En lo últimos años China estuvo demostrando que la expansión de su flota de portaaviones es uno de sus principales objetivos y máxima del claro esfuerzo por proyectar su influencia en la región del Indo-Pacífico. Este proceso comenzó en 2012 con la puesta en servicio del Liaoning, seguido por el lanzamiento del Shandong en 2019 y, más recientemente, el Fujian en 2022, equipado con catapultas electromagnéticas y otras tecnologías avanzadas. No obstante, China ya está desarrollando su cuarto buque, el Tipo 004, que según los expertos este podría incluir propulsión nuclear, lo que marcaría un salto significativo en las capacidades de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN).
Claro esta que este crecimiento no solo responde a la intención de China de consolidar su hegemonía en la región del Indo-Pacífico, sino que también representa un desafío estratégico considerable para los intereses de Estados Unidos.
La importancia que le da China a las capacidades de su Armada se vio reflejado en la presencia del portaaviones Liaoning en los ejercicios Espada Conjunta 2024B . Durante este despliegue, los cazas J-15B del Grupo Aéreo Embarcado del Liaoning llevaron a cabo una serie de operaciones simuladas cerca de Taiwán, lo que llevó a la Fuerza Aérea de Taiwán a desplegar sus F-16V para monitorear la actividad.
El ejercicio Espada Conjunta 2024B, realizado por China en dos fases, ha dejado en claro su intención de aumentar la presión sobre Taiwán. Expertos sugieren que estas maniobras simulan un posible bloqueo naval, utilizando el control del Mar del Sur de China y la creciente capacidad A2/AD (anti-acceso/denegación de área) de China. Las operaciones del Liaoning en el ejercicio confirmaron para los expertos esta importancia que le da China a sus buques como herramientas de disuasión y la proyección que tienen sobre un futuro escenario en el que Taiwán podría verse aislada.
No obstante, diversos análisis señalan que aunque China aún no puede igualar la capacidad de Estados Unidos de desplegar portaaviones en múltiples áreas en simultáneo, la rápida expansión y desarrollo de su flota aumenta la complejidad para las fuerzas navales estadounidenses que operan en el Indo-Pacífico. En este contexto, las capacidades de China, no solo en portaaviones, sino también en submarinos, buques de superficie y misiles hipersónicos, representan una amenaza creciente.
Proyección regional y estrategia de poder de China
El portaaviones Fujian, con su capacidad mejorada de lanzar aviones de forma más eficiente, marca un paso adelante en la proyección de poder de China. Sin embargo, este esfuerzo va más allá de sus portaaviones. En esa misma línea se ha estado observando como la Armada del Ejército Popular de Liberación está desplegando su flota de buques para intentar controlar los pasos marítimos que conectan el Mar del Sur de China y el Estrecho de Taiwán. Con los últimos ejercicios, y en especiales con el Liaoning en el Joint Sword 2024B, China mostró tiene la capacidad de rodear y bloquear a Taiwán en caso de conflicto.
Desde una perspectiva interna, la táctica de presión también podría ser parte de una estrategia a largo plazo para cambiar el gobierno de Taiwán. Al aislar a la isla de sus socios occidentales y ejercer una presión constante, China podría esperar un cambio en el liderazgo político de Taiwán que favorezca una reunificación pacífica bajo términos pro-China. Sin embargo, esta estrategia enfrenta grandes desafíos internacionales, particularmente de Estados Unidos, que ha demostrado su disposición a apoyar a Taiwán mediante ventas de armamento avanzado.
En resumen, la participación del Liaoning en el ejercicio Espada Conjunta 2024B no solo resalta la expansión militar de China, sino que refuerza su enfoque hacia la dominación estratégica del Indo-Pacífico, utilizando su creciente flota de portaaviones como una pieza clave en su capacidad de disuasión.
Te puede interesar: El poderío militar de China y su estrategia para aislar a Taiwán