Según información reciente, las Fuerzas Navales Reales de Arabia Saudita concluyeron un ejercicio naval conjunto con las Fuerzas Navales de Irán en el mar de Omán. Se trata efectivamente de un ejercicio histórico, destacando las disputas y tensiones existentes entre ambos países desde hace más de una década. 

Si bien la armada de Irán es mucho mayor (con 272 buques incluidos 19 submarinos), su contraparte saudí posee capacidades mucho más tecnológicas y modernizadas. En este contexto, cooperar en materia de entrenamiento conjunto fue ampliamente positivo para ambas naciones. 

Cabe destacar el accionar de ambas armadas específicamente, considerando la manera de desplegarse estratégicamente en sus regiones. Por un lado, la Armada del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGCN) suele utilizar embarcaciones pequeñas y buques equipados con misiles para desafiar a armadas más grandes y tecnológicamente superiores, principalmente mediante tácticas antiacceso/negación de área (A2/AD).

Esta foto de archivo muestra el destructor Jamaran de la Armada de la República Islámica de Irán navegando en aguas del Golfo Pérsico. (Foto de la agencia de noticias Mizan)

Por otro lado, Arabia Saudita cuenta con una armada más “compacta”, centrándose en el despliegue de se centra en buques avanzados y de alta tecnología suministrados en gran parte por aliados occidentales. Sus movimientos marítimos se corresponden con el objetivo nacional de custodiar y proteger su costa del Mar Rojo, más aún en un contexto de múltiples ataques piratas y de los rebeldes hutíes en la zona a barcos comerciales. 

Ambos países poseen presupuestos militares elevados, aunque el reino saudí cuenta con una suma de 69.000 millones de dólares frente a los 25.000 de Irán. Más allá de ello, se estima que en esta oportunidad ambas naciones han logrado desafiar sus diferencias y promover la cooperación bilateral, gracias también a los recientes acontecimientos diplomáticos de acercamiento entre los países. 

Sin duda, una mejor y mayor cooperación entre Irán y Arabia Saudita podría generar una nueva dinámica en la seguridad marítima de la región, aunque queda por verse si las diferencias históricas entre ambos Estados podrán ser eliminadas totalmente. 

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Redacción
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