El Ejército ucraniano está experimentando un número sin precedentes de deserciones, reflejando el agotamiento de los soldados tras casi tres años de guerra con Rusia. Según informes citados por Aljazeera, este año se habrían registrado entre 45.000 y 60.000 deserciones, cifras significativamente mayores a los 9.000 casos del año 2022.
En este sentido, las deserciones alcanzaron tal magnitud que el parlamento ucraniano decidió despenalizar temporalmente los primeros intentos de huir del ejército, con la condición de que los desertores regresen a sus puestos. El motivo principal que se argumenta detrás de esta situación apunta a un creciente agotamiento físico y mental, y condiciones difíciles en los frentes de batalla.
En forma de anonimato, los soldados ucranianos describieron condiciones extremadamente difíciles en el frente, donde se ven obligados a avanzar bajo fuego constante durante días sin descanso. A menudo, las tropas carecen de relevos suficientes, lo que aumenta la fatiga y debilita la moral. Si bien se les permite tomarse breves descansos, la escasez de personal retrasa estas pausas, exacerbando el problema. Muchos de estos soldados afirman que la deserción es preferible a continuar combatiendo indefinidamente en una guerra cuya duración sigue siendo incierta.
El Ejército ucraniano tiene una desventaja frente a Rusia
El Ejército ucraniano también enfrenta una considerable desventaja numérica frente a las fuerzas rusas. Mientras Ucrania cuenta con aproximadamente un millón de efectivos militares, Rusia tendría más de 2,4 millones. Esta disparidad trajo como resultado que, en algunas batallas, los soldados ucranianos se enfrenten a proporciones de hasta 1 contra 30, lo que aumenta la sensación de desesperanza y vulnerabilidad en las filas ucranianas. Además, la falta de armamento y municiones agrava la situación. Muchos soldados se quejaron de estar mal equipados, observando al enemigo avanzar sin poder responder debido a la escasez de recursos.
Este contexto de desventaja no es nuevo para Ucrania. Incluso antes de la invasión rusa, el país enfrentaba dificultades para mantener el número de efectivos necesarios. La ley de movilización general impuesta en marzo de 2022 obliga a todos los hombres entre 25 y 60 años a alistarse, con muy pocas excepciones. Esta obligatoriedad, combinada con las duras condiciones en el frente, generó críticas y tensiones internas. A pesar de los llamamientos para aumentar la cantidad de tropas, las deserciones siguen siendo un problema persistente que debilita las capacidades defensivas de Ucrania en la guerra.
Ucrania necesita de sus aliados
Por otra parte, la lenta entrega de ayuda militar por parte de los aliados occidentales también es un factor que afectó al Ejército ucraniano. Aunque Estados Unidos y Europa proporcionaron asistencia financiera y armamentística, la llegada de estos suministros ha sido lenta y en cantidades insuficientes.
Esto impulsó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a instar a sus socios a acelerar las entregas para estabilizar el frente. Sin embargo, la incertidumbre política en Estados Unidos, especialmente de cara a las próximas elecciones, despertó nuevas dudas sobre el futuro de este apoyo, lo que añade más presión – y preocupación – al aparentemente debilitado Ejército ucraniano.
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