Durante la cumbre del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los mandatarios tuvieron la oportunidad de discutir y tratar de alinear sus intereses sobre el futuro del bloque en el orden internacional, las decisiones económicas y comerciales, la incorporación de miembros asociados y los conflictos geopolíticos. A estos temas, en la Cumbre 16 celebrada en Kazán, Rusia, se incorporó otro asunto: la crisis climática.
Entre los discursos, Vladímir Putin, presidente de Rusia, dio su visión del bloque como el Sur y el Este del mundo, y reflejó la intención de Rusia de “participar de forma más activa” en la lucha contra el cambio climático. Incluso, mencionó las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector energético y la posesión de Rusia del 20% de los recursos forestales globales, indispensable para absorber el dióxido de carbono y contribuir a limitar el deterioro ambiental.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, mencionó la necesidad de incorporar el cambio climático como una “prioridad común” del bloque de economías emergentes desde el Sur Global. Además, destacó que India lleva a cabo iniciativas vinculadas al crecimiento y la transición verde; entre estas se incluye Mission LIfe, un programa que busca generar un cambio de comportamiento respetuoso con el medio ambiente.
En este sentido, Brasil ha tenido un papel relevante al presentar en el evento sus iniciativas y avances sobre la Agenda 2030 y la transición energética. Este es el caso de los resultados del Estudio del Plan Decenal de Expansión Energética 2034, llevado a cabo por el Ministerio de Minas y Energía. De acuerdo con el estudio, se prevé que para 2034 las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte aumenten, pero en una proporción menor al ritmo actual, gracias al uso de combustibles renovables y vehículos eléctricos.
El grupo que representa aproximadamente la mitad de la población global, en su declaración conjunta “Fortalecimiento del multilateralismo para un desarrollo y una seguridad globales justos”, agregó consideraciones sobre la acción climática y la consecución de las metas ambientales. La visión del bloque en este tema sigue la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París, aunque busca diferenciarse en relación con la financiación y la cooperación para la mitigación y adaptación al cambio climático.
En uno de sus párrafos puede leerse: “Condenamos las medidas unilaterales introducidas con el pretexto de preocupaciones climáticas y ambientales y reiteramos nuestro compromiso de mejorar la coordinación en estas cuestiones.” Para la alianza, es importante reafirmar el rol de la COP 29 en Azerbaiyán, del próximo mes de noviembre, para obtener financiamiento destinado a los países en desarrollo y promover la transición hacia tecnologías renovables.
La 16ª Cumbre del bloque contó con la participación del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. En su intervención, dijo: “La Cumbre del Futuro trazó un rumbo para fortalecer el multilateralismo en beneficio del desarrollo y la seguridad mundiales. Ahora debemos convertir las palabras en hechos y creemos que los BRICS pueden desempeñar un papel muy importante en esa dirección.”
El rol de los BRICS en la crisis climática es mostrar otro enfoque centrado en lo que pueden aportar los miembros en iniciativas conjuntas y contribuciones para reducir los gases de efecto invernadero. Sin embargo, como parte de las declaraciones, el financiamiento climático continúa siendo una cuestión de Occidente.
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