El Gobierno de EE.UU. declaró que no impondrá más restricciones al uso de armamento estadounidense a Ucrania si Corea del Norte se une formalmente a la guerra del lado de Rusia. La noticia se difundió luego de que el Pentágono confirmara el lunes que miles de soldados norcoreanos fueron desplegados en la región de Kursk, en el oeste de Rusia, cerca de la frontera ucraniana.
La presencia de tropas norcoreanas en suelo ruso fue interpretada por la inteligencia militar ucraniana como una amenaza a la estabilidad regional y una posible señal de que Corea del Norte podría tomar un rol más activo en apoyo a Rusia. “La profundización de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte es una amenaza para la seguridad tanto del Indo-pacífico como de la región euroatlántica”, señaló el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en conferencia de prensa citada por Reuters, luego de mantener conversaciones con una delegación surcoreana. Además, el presidente de EE.UU. Joe Biden calificó esta situación como “muy peligrosa”.
Ucrania solicitó la eliminación de las restricciones al uso de armamento de largo alcance para poder responder a las fuerzas rusas en territorio ucraniano y, posiblemente, en profundidad en Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, expresó en X que “las sanciones no serán suficientes para frenar una mayor participación de Corea del Norte”, subrayando que se necesita un “plan de acción y más apoyo militar”. Mientras que el jefe de gabinete de Ucrania, Andriy Yermak, añadió que “la única respuesta efectiva es la fuerza”.
En paralelo, el Kremlin, que inicialmente desestimó los informes de tropas norcoreanas, modificó su postura en días recientes. El presidente ruso, Vladímir Putin, evitó desmentir las noticias y afirmó que Moscú tiene autonomía para aplicar su acuerdo de asociación con Pyongyang. Esta relación, que se profundizó durante el último año con acuerdos estratégicos de defensa y visitas de alto nivel.
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Fuente: Reuters
