Al hablar de terrorismo yihadista en el continente africano, es prácticamente ineludible hacer noción a quién es una de las organizaciones terroristas más fuertes y con más presencia en la región. Hablamos de Al Shabab, un grupo yihadista que mencionamos en columnas previas y que, en este caso, nos propondremos a conocerlo más de cerca.
Un trasfondo complejo
Surgido en Somalia bajo el nombre oficial de Karakat Shabaab al-Mujahidin (Movimientos de Jóvenes Muyahidines), Al Shabab tuvo sus orígenes, aproximadamente, en el año 2006. Sin embargo, desde 2009, Al Shabab ha puesto en evidencia su vocación expansiva tras haber unido fuerzas con una de las organizaciones terroristas más peligrosas de la historia, Al Qaeda. Esto, con el objetivo de instaurar un “Califato” islámico en el país que lo vio nacer.
Somalia, país ubicado en el este del Cuerno de África, posee una posición geoestratégica privilegiada, ya que cuenta con el control de gran parte del tráfico marítimo del golfo de Adén. Sumado a esto, también tiene consigo numerosas reservas petrolíferas que despierta el interés de varias potencias extranjeras. No obstante, este país se ha caracterizado por su inestabilidad en aumento como consecuencia de una serie de hechos históricos que han poco han contribuido al desarrollo y prosperidad de la nación. Entre estas, podemos destacar: una dictadura socialista, guerra civil, varios intentos de reconstrucción y nada más ni nada menos que el terrorismo yihadista.
En este sentido, y como señalamos previamente, desde el año 2009, Al Shabab se ha encargado de sembrar terror en todo el cuerno de África, sobre todo, en Somalia, su tierra natal. Aunque también, como veremos a continuación, ha perpetrados numerosos atentados terroristas en los países limítrofes como lo son Kenia y Etiopía.
Un largo prontuario en su haber
Como veníamos anticipando, Al Shabab posee una salvaje estadística si de atentados terroristas hablamos, resumiendo más de 15 años de lucha contra el gobierno federal de Somalia. Entre ellos, podemos señalar dos masacres que tuvieron lugar en Kenia, en donde más de 200 personas perdieron la vida, en los años 2013 y 2015, respectivamente.
A estos brutales episodios, se le suma –entre tantos episodios- lo ocurrido en 2023, cuando Al Shabab atacó una base militar en Somalia, la cual estaba a cargo del Ejército de Etiopía. Más recientemente, la organización yihadista llevó a cabo un atentado con varios hombres fuertemente armados y un terrorista suicida que se culminó con la vida de, al menos, 32 personas e hiriendo a decenas más en una popular playa de Mogadiscio, la capital somalí.
Formas de reclutamiento
De la misma manera en que lo suelen hacer numerosos grupos terroristas, en la actualidad, Al Shabab suele utilizar las redes sociales a fines de reclutar nuevos adeptos y difundir información sobre las salvajes actividades perpetradas por dicha organización. En este sentido, ya hace un tiempo atrás, la editora del Servicio Africano de la BBC, Mary Harper, destacaba la importancia que Al Shabab le daba a internet, utilizándolo maliciosa e inteligentemente para tratar de sumar nuevos miembros –sobre todo, aquellos extranjeros de origen somalí- a sus filas. Allí, muestran orgullosamente sus campos de entrenamiento, como así también, los atentados perpetrados por estos.
El mal se asienta en África
Al Shabab, junto con otras organizaciones yihadistas que operan en África como JNIM, ISWAP y Boko Haram dejan aún más en evidencia que el terrorismo yihadista ha dejado de lado el que fue su campo de acción favorito durante años –Medio Oriente- para, en la actualidad, hacerse cada día más fuerte en un vasto continente que, lamentablemente, se encuentra sumergido en la pobreza, el hambre, el narcotráfico y ahora también, el terrorismo yihadista.
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