En una nueva demostración de su creciente poder naval, la Armada del Ejército Popular de Liberación de China no solo exhibió por primera vez la capacidad de operar con dos portaaviones en aguas del Mar de China Meridional, sino que también aprovechó la ocasión para dar a conocer que cuenta en servicio con nuevas variantes del caza embarcado J-15.
Gracias a una serie de espectaculares imágenes y videos, se logra apreciar a los portaaviones Liaoning (CV-16) y Shandong (CV-17) navegando junto a sus escoltas, siendo sobrevolados por las aeronaves que integran su grupo aéreo embarcado.
Conforme a lo informado por medio oficiales de China, los portaaviones Liaoning y Shandong de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) llevaron a cabo por primera vez un ejercicio de formación en aguas del Mar de China Meridional. Las actividades navales, que se desarrollaron en los últimos días de octubre, son una clara imagen de las intenciones de Pekín por expandir su poder naval, con los portaaviones como una de sus principales herramientas para la proyección de fuerza en la región.
Del análisis de las imágenes difundidas se logró apreciar la presencia de dos nuevas variantes del caza embarcado J-15. Se trata de las versiones J-15B y J-15D, esta última concebida para portar equipos y sistemas de guerra electrónica. Se especula que estos dos modelos ya estarían en servicio, siendo el futuro de la aviación embarcada china.
En cuanto al J-15B, se trata de una variante desarrollada para operar desde portaaviones con sistema de catapulta (para su lanzamiento) y recuperación asistida (cables de frenado por medio de un gancho en la aeronave). En ese sentido, vale destacar que ni el Liaoning ni el Shandong cuentan con catapultas, sino que su configuración es la del tipo Sky Jump (rampa de despegue). Los puntos en contra para este tipo de sistema es que las aeronaves no disponen con asistencia para su lanzamiento, limitando la carga de armamento y combustible, por ejemplo.
El caza J-15B fue concebido para ser el principal medio de combate del portaaviones Fujian, primer buque de su tipo fabricado en China ya que cuenta con catapulta y recuperación asistida, configuración similar a la que operan Armadas como la de EE.UU. y Francia. Esta variante, además de haber sido modificada para operar en el nuevo portaaviones chino, también incorpora nuevas tecnologías tales como un radar AESA y aviónica actualizada. Se espera que en el mediano plazo sea complementado y reemplazado por el nuevo caza furtivo J-35.
Otro detalle de relevancia apreciado en las imágenes es la presencia de al menos dos J-15D, variante de guerra electrónica que ya estaría en servicio con Armada del Ejército Popular de Liberación de China. La principal función de esta versión es la de generar interferencia en radares y otros sistemas electrónicos de adversarios, así como también la recolección información del espectro con la intención de generar contra y contra-contra medidas. Este modelo también cuenta con un rol secundario de ataque.
China ante los desafíos de operar portaaviones
La Armada de China viene realizando una considerable inversión en su flota de portaaviones, no solo con la intención de expandir la cantidad de buques sino que también se está concentrando en contar con los recursos humanos y materiales para operar adecuadamente. Esto último es uno de los puntos críticos, ya que disponer de un grupo de ataque de portaaviones en condiciones representa un considerable desafío. A países como EE.UU., Francia, Reino Unido les ha tomado décadas perfeccionar aspectos doctrinarios, así como todos los procedimientos de un sistema que es en extremo complejo.
Pese a que China está avanzando en esa senda, desafíos inherentes a la complejidad de las operaciones con portaaviones han obligado a recurrir a conocimientos provenientes de terceros. Hace unos meses se abrió la polémica luego de que varios países de occidente entraran en alerta ante la presencia de personal retirado de sus fuerzas armadas brindando adiestramiento y capacitación a las FFAA chinas, situación que incluso llevó al arresto de un oficial retirado de los EE.UU.
Este recurso no solo obedece a la necesidad de incorporar experiencia y conocimiento que ya han sido refinados por otros países, y que posiblemente se carezcan localmente, sino que también apunta a acortar tiempos bajo la agresiva estrategia de ampliar capacidades navales y de expansión a nivel regional.
Imagen de portada: China Military
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