El Gobierno de Venezuela anunció este miércoles que retirará a su embajador en Brasil en respuesta a lo que describió como “reiteradas declaraciones intervencionistas y groseras” por parte de altos funcionarios brasileños. Esta decisión incluye una convocatoria al enviado empresarial de Brasil en Caracas para discutir la situación, lo que podría elevar las ya tensiones existentes entre ambos países.
En este sentido, la medida responde específicamente a los comentarios de Celso Amorim, asesor de política exterior del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue criticado por “actuar más como un mensajero del imperialismo norteamericano”, según el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano. Durante su participación en la comisión de Relaciones Exteriores y Defensa de la Cámara de Diputados de Brasil, Amorim se refirió a las relaciones con Venezuela y el veto de su ingreso a los BRICS, afirmando: “Brasil no quiere una expansión, Brasil cree que tienen que ser países con influencia y que puedan ayudar a representar a la región y la Venezuela de hoy no cumple esas condiciones, en nuestra opinión. Eso no fue un veto, en los BRICS las decisiones son por consenso. No fue ideológico. Brasil estuvo de acuerdo con el ingreso de Cuba, pero no de Venezuela. Existe un malestar, que espero que se disuelva, a medida que las cosas allá se normalicen, los derechos humanos sean respetados, las actas aparezcan”.
Tras estas declaraciones, el Gobierno de Nicolás Maduro acusó a Amorim de interferir en los asuntos internos de Venezuela y de emitir juicios sobre procesos que, según Caracas, corresponden exclusivamente al pueblo y las instituciones venezolanas. Además, el jefe del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, propuso declarar al funcionario brasileño como persona non grata en el país, acusándolo de alinearse con intereses estadounidenses, en particular, con el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan.
La embajada de Brasil todavía no emitió una respuesta oficial, pero fuentes diplomáticas brasileñas aseguraron a Reuters que Brasil no tomará medidas similares en respuesta. Esta escalada diplomática ocurre tras las elecciones presidenciales venezolanas de julio, cuyos resultados todavía no fueron oficialmente publicados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela. A nivel regional, la falta de transparencia electoral suscitó rechazo y críticas que derivaron en una reunión de emergencia en la OEA y un profundo conflicto entre el Gobierno de Nicolás Maduro y el de Javier Milei, por el cual Brasil debió asumir la responsabilidad diplomática de Argentina en Caracas.
¿Se deteriora la relación entre Brasil y Venezuela?
En este delicado contexto, el presidente de Brasil, Lula da Silva, optó inicialmente por un enfoque diplomático más “equilibrado”, sumándose a los llamados para que las autoridades venezolanas publiquen los resultados oficiales, mientras que la oposición liderada por la venezolana, Corina Machada, asegura haber ganado la mayoría de los votos, basándose en copias de recibos de las máquinas de votación recopiladas por sus observadores electorales.
Sin embargo, las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos se tornaron aún más tensas después de que Brasil vetara la admisión de Venezuela en el grupo de economías emergentes BRICS, una decisión que Caracas calificó de “agresión inexplicable e inmoral”. Este rechazo no solo marca un revés en las expectativas de Venezuela de integrar bloques regionales y multilaterales, sino que también son el reflejo del deterioro diplomático en una relación que ya de por sí es compleja, caracterizada por diferencias ideológicas y tensiones geopolíticas.
Imagen de portada: Presidencia de Brasil
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Maduro se queda cada vez más solo, como la mayoría de los dictadores del mundo, el poder despótico enloquece…sobre todo con los ignorantes