El pasado miércoles, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, confirmó que Rusia podría transferir misiles a Corea del Norte, algo que para él “aumentaría las tensiones en la península”. Para Kim, “existe una gran posibilidad de que Corea del Norte, a cambio del despliegue de sus tropas, solicite tecnología punta”, haciendo mención a los soldados desplegados en territorio ruso en su guerra contra Ucrania.
Cabe destacar que la cooperación entre Rusia y Corea del Norte se ha pronunciado en este 2024, luego de la firma de un acuerdo de cooperación mutua, principalmente en materia militar. En este contexto, el aumento de la potencia de fuerza de los misiles de Corea del Norte es un tema crucial, donde Rusia ha contribuido con capacitaciones técnicas u operativas.
Los recientes dichos del funcionario surcoreano referían a este último punto: Pyongyang podría solicitarle a Moscú armas nucleares tácticas, misiles balísticos intercontinentales o satélites de reconocimiento. Principalmente, considera que Rusia podría ayudar a Corea del Norte a completar algunos de esos proyectos armamentísticos o lagunas tecnológicas que aún faltan finalizar.
Las declaraciones de Kim se llevaron a cabo en una rueda de prensa en el Pentágono junto al Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. Allí, Austin reafirmó lo planteado por Kim: “Permítanme recordarles que Rusia firmó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU por la que se comprometía a no proporcionar ayuda militar a Corea del Norte. Por supuesto, sabemos que Putin ha ido de hojalata para conseguir armas de la RPDC e Irán. Recurrir a un Estado paria como Corea del Norte en busca de tropas no hace sino subrayar en qué lío se ha metido”.
Asimismo, Austin destacó que unos 10.000 soldados norcoreanos se encuentran actualmente en Rusia, donde están sacando equipo y realizando algún entrenamiento. Asimismo, añadió que Rusia podría enviar a los norcoreanos a su región de Kursk.
Frente a esta cooperación tan cercana, los esfuerzos entre Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron a avanzar rápidamente. El pasado miércoles, firmaron una nueva serie de acuerdos de cooperación para permitir la transferencia de tecnología y el desarrollo conjunto. Tanto Austin como Kim coincidieron en que “la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte es ahora una amenaza existencial, no sólo para la República de Corea, sino también para la región del Indo-Pacífico”, en palabras del funcionario estadounidense.
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