A principios de este mes, Bolivia anunció que restableció el control del paso de contrabando ilegal del Desaguadero, desplegando un total de 200 efectivos militares. Según el Viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Cnl. DAEN. (R.A.) Luis Amílcar Velásquez Burgoa, “se ha retomado el control total del sector del Desaguadero con el ingreso de 200 efectivos pertenecientes al Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC), patrullas del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando (VLCC) y Fuerzas Armadas (FF.AA.)”.
Cabe destacar que el comercio en el distrito del Desaguadero, que implica a Bolivia y a Perú, había sido cerrado a mediados de octubre por parte del presidente boliviano, Luis Arce. El motivo recae en que era necesario detener el flujo de productos de primera necesidad hacia Perú, en pos de primero priorizar a sus nacionales.
Por estos motivos, el despliegue de militares se hizo presente, aunque generó un gran descontento entre los comerciantes de ambos lados de la frontera (principalmente, debido a que no estaba claro qué productos no podían pasar por la frontera). En cierto punto la actividad comercial se normalizó y permitió un alivio económico en los comerciantes y las comunidades dependientes del intercambio de productos entre países, aunque las novedades reinsertan la presencia firme de autoridades militares en tareas de control.
Hoy día, con el objetivo de fortalecer los controles en el sector, evitar el contrabando y garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos con la canasta familiar, Bolivia activó todos los comandos estratégicos en el territorio nacional. Aproximadamente unos 2.100 efectivos de las Fuerzas de Tarea están presentes en todo el país “las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.
Específicamente en el Desaguadero, el Comando Estratégico Andino y Pagador ha reforzado los controles. Esta iniciativa surge en el marco estratégico con el que ahora cuenta el Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC). Este último se desplaza a lo largo de las fronteras con Argentina, Paraguay, Chile y Perú, como una primera línea.
No obstante, el CEO-LCC también cuenta con una segunda línea en la que los efectivos militares trabajan en los pasos aduaneros, operando patrullas conjuntamente con la Aduana Nacional. Por último, también cuentan con una tercera línea operativa en la que los militares trabajan junto a Impuestos Nacionales, la Policía Boliviana y otras instituciones controlando el mercado interno, y cubriendo unos 2.151 km totales de frontera.
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