Este 6 de noviembre se conmemora un nuevo aniversario del izamiento de la bandera argentina en las Islas Malvinas. En 1820, los colores celeste y blanco se ondeaban por primera vez en las islas, marcando un hito en el camino de la soberanía argentina en el Atlántico Sur, en manos del Coronel de la Armada Argentina de ese entonces, David Jewett. 

Liderando la fragata Heroína, y en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Jewett fue el encargado de llevar a cabo la ceremonia de izamiento, reafirmando la posesión de las tierras en nombre de la actual Argentina. Este momento crucial en la historia del país ocurrió luego de la Revolución de Mayo y la Declaración de la Independencia, pero fue con la presidencia de Juan Martín de Pueyrredón que los recursos se administraron para lograr el cometido de pisar las tierras de las Islas Malvinas por primera vez. 

Veintiún cañonazos después, Jewett hizo flamear la bandera argentina junto a su tripulación una vez llegado a tierra firme. En la ceremonia no solo se reivindicó la soberanía argentina, sino que también se prohibió la caza indiscriminada de mamíferos marinos y se anunció la presencia y derechos argentinos sobre las Islas. 

Así, Jewett permaneció en las Islas durante varios meses, solicitando al gobierno su relevo como Comandante Militar de las Islas. Durante 1821 hasta 1833, el Teniente Coronel Guillermo Mason fue el encargado de liderar la presencia argentina en el territorio, aunque llegarían en ese año las fuerzas inglesas para imponerse en las islas por la fuerza y tomar bajo su control todo tipo de recurso, población y territorio no correspondido. 

Hoy, 204 años después, las Islas que fueron descubiertas en 1520 y controladas por España hasta 1811 continúan bajo disputa de soberanía. El Reino Unido mantiene su injustificado control en el territorio, alegando la imposición de su nombre bajo esas tierras que, desde sus raíces, laten en un eterno susurro de celeste y blanco. 

Mientras tanto, Argentina continúa sosteniendo su reclamo ante Naciones Unidas y en el mundo por la soberanía de las Malvinas, que una guerra después dejó abierta la herida de miles de soldados y ciudadanos. Sin embargo, el Reino Unido, sordo y ciego ante la realidad, no puede ocultar su creciente inquietud. La corona británica se muestra preocupada ante el proceso de modernización de las Fuerzas Armadas de Argentina, a pesar de que en público minimiza la amenaza. 

En la memoria de los argentinos vive la patria y el reconocimiento de tantos años de lucha y reclamos, porque el pasado aún resuena con fuerza y en la conciencia de la historia vivirá para siempre la bandera argentina ondeando en Malvinas. 

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Valentina Borghi Ponti
Licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales (UADE). Docente universitaria, con interés en Defensa, Seguridad Internacional, la geopolítica y los recursos energéticos.

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