Entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, el Ministerio de Defensa Nacional (MND) de Taiwán afirmó que desplegó capacidades defensivas luego de rastrear aviones militares chinos. Según lo publicado por la cartera de Defensa, 13 aviones del Ejército Popular de Liberación (EPL) y seis buques de guerra merodeaban la isla, donde ocho de los aviones cruzaron la línea mediana del estrecho de Taiwán en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ).
Considerado una amenaza, Taiwán respondió con el envío de aviones y buques de guerra. Además, desplegó sistemas de misiles costeros para monitorear la actividad del EPL. El objetivo central es promover esfuerzos más allá de la disuasión como garantía de que, si China intenta irrumpir contra los objetivos de seguridad de Taiwán, las capacidades desplegadas pueden servir para evitar el uso directo de la fuerza.
La realidad es que China ha incrementado el uso de estas tácticas, aumentando la operatividad de sus flotas alrededor de Taiwán. En lo que va del mes de noviembre, Taiwán ha rastreado 121 aviones militares chinos y 39 buques.
Cabe resaltar que gran parte de la capacidad defensiva de Taiwán se le atribuye a Estados Unidos, que ha sido durante mucho tiempo el aliado más importante y su mayor proveedor de armas. Se destaca el suministro del sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS). No obstante, Estados Unidos ha vendido a Taiwán equipos militares y municiones por valor de miles de millones de dólares, incluidos cazas F-16 y buques de guerra, en las últimas cinco décadas.
Sobre los HIMARS, Taiwán compró 29 unidades a Estados Unidos y las 11 primeras ya han llegado a la isla. En su informe de defensa 2023, Taiwán afirmó que Washington. acordó “suministrar y vender armas y equipos a Taiwán, incluyendo HIMARS” en los últimos dos años. Para 2024, Defensa asignó una cifra récord de 19.000 millones de dólares y el presupuesto del año que viene alcanzará un nuevo máximo.
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