Alemania estableció el 23 de febrero como la fecha para las elecciones tras el colapso del gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz, poniendo fin a semanas de incertidumbre política. Además, fuentes revelaron a Reuters que el 16 de diciembre Scholz podría solicitar una moción de censura en el Parlamento, para que lo destituya antes de su cargo, y dar paso a las elecciones.

En este sentido, esta decisión se dio gracias a un compromiso pactado ente Scholz, quien prefería elecciones en marzo para dar más tiempo de preparación, y la oposición conservadora, que presionaba para un cambio de liderazgo urgente dada la difícil situación económica y diplomática. Esta votación permitirá al presidente Frank-Walter Steinmeier convocar oficialmente a los alemanes a las urnas.

La situación económica, el factor desestabilizador dentro del Gobierno alemán

Uno de los factores que llevaron al colapso político es la complicada situación que atraviesa la economía en Alemania, golpeada por la inflación, el impacto de la guerra en Ucrania y la intensificación de la competencia con China. Sumado al hecho de que el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera incertidumbre en la política exterior, afectando la confianza inversora. “El resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses será probablemente la principal razón para el desplome de la confianza inversora”, afirmó a Reuters Achim Wambach, presidente del instituto ZEW, después de que el índice de confianza se desplomara a 7,4 puntos, su nivel más bajo en meses.

Al interior de la coalición de gobierno de Scholz, los desacuerdos con los Demócratas Libres, se volvieron cada vez más frecuentes, ya que demandaban una serie de recortes presupuestarios que tanto desde el SPD como el Partido Verde consideraban excesivos. Las divisiones sobre el gasto público y la política fiscal evidenciaron las tensiones dentro de la coalición, que enfrentaba una constante disputa por la dirección de la economía alemana.

Scholz busca apoyo con leyes claves y la oposición se prepara para las elecciones

En este contexto, el líder de los demócrata-cristianos, Friedrich Merz, es considerado como el principal candidato a reemplazar a Scholz, según las encuestas. Merz reiteró su postura en contra de eliminar el freno de la deuda, una medida que el SPD y otros grupos consideran crucial para promover la inversión en sectores estratégicos.

Mientras tanto, el Partido Verde, que sigue formando parte del gobierno en funciones, mostró disposición para colaborar en la aprobación de medidas fiscales antes de la disolución del Parlamento. Briotta Hasselmann, colíder parlamentaria de los Verdes, expresó que su partido está dispuesto a apoyar algunas de las propuestas de Scholz, como los recortes de impuestos, para estabilizar el escenario económico antes de las elecciones.

Por su parte, Scholz intenta asegurar el apoyo de la oposición para aprobar leyes clave en materia de seguridad y financiamiento para Ucrania antes de su salida del cargo. Estas leyes buscan reforzar el respaldo al Tribunal Constitucional frente a la creciente influencia de la extrema derecha, un tema prioritario para el SPD y sus aliados en el Parlamento.

Fuente: Reuters

Redacción
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