En un nuevo capítulo de las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán ha informado que, entre el lunes 11 de noviembre y el martes, se rastrearon 10 aviones militares y cinco buques de guerra del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) operando cerca de la isla. La actividad incluyó a ocho de estos aviones que cruzaron la línea mediana del estrecho, ingresando en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Taiwán, abarcando sectores del norte, centro y suroeste. Como respuesta, las Fuerzas Armadas de Taiwán desplegaron aviones de combate, buques de guerra y sistemas de misiles costeros para monitorear de cerca la situación y disuadir cualquier maniobra militar que pueda alterar la estabilidad en la región. Estas medidas defensivas subrayan la constante alerta en la que vive Taiwán frente a las actividades militares chinas, que han experimentado un incremento notorio en los últimos años.
Desde septiembre de 2020, China ha intensificado sus operaciones en torno a la isla mediante tácticas conocidas como “zona gris”. Estas tácticas se definen como esfuerzos deliberados, aunque no necesariamente agresivos en términos de uso de fuerza directa, destinados a presionar, desgastar o influir en un adversario sin desencadenar un conflicto abierto. El incremento de las incursiones y operaciones chinas ha puesto a Taiwán en una posición de vigilancia constante, con un total de 170 aviones y 66 buques militares chinos rastreados solo en lo que va del mes.
El uso de estrategias de “zona gris” refleja la postura del EPL, que busca mantener una presión sostenida sobre Taiwán sin desatar un conflicto de gran escala. El trasfondo de esta situación está marcado por las diferencias históricas y las reivindicaciones territoriales de China sobre Taiwán, que considera parte de su territorio, mientras que el gobierno de la isla insiste en su soberanía y autonomía.
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