Desde el inicio de la guerra en Medio Oriente, tras los ataques del grupo terrorista Hamás aquel 7 de octubre de 2023, se ha podido observar de qué manera distintas organizaciones terroristas de índole yihadista se han mostrado a favor del accionar llevado a cabo por Hamás. Esto ha quedado aún más en evidencia tras los cientos de misiles que Hezbollah ha lanzado desde El Líbano hacia territorio israelí, como así también, aquellos efectuados por las fuerzas Hutíes de Yemen.  No obstante, además de los mencionados, otros grupos yihadistas de la región también han dejado su marca en este conflicto sin necesariamente haber pasado a la acción. En este sentido, que mejor ejemplo que una de las organizaciones terroristas más letales de la historia, Al Qaeda, quien, tras los ataques del 7 de octubre, instaron a “todos los musulmanes a alzarse en armas contra Israel y el mundo occidental”, llevando a cabo atentados y asesinando en nombre de la yihad.

Este tipo de accionar deja en evidencia cierta especie de “solidaridad” -si podríamos llamarle así- existente entre las distintas organizaciones que tienen al terrorismo yihadista como bandera. Solidaridad que, en muchas ocasiones, ha llevado a que los grupos terroristas sepan dejar sus diferencias de lado -la mayoría de estas, basadas en distintos objetivos políticos- en pos de un objetivo en común: la expansión de la yihad y la lucha constante contra todos aquellos que no compartan su macabra ideología y a quienes catalogan como “infieles”. 

Las diferencias de lado 

La relación entre la República Islámica de Irán, Hezbollah y los Hutíes yemeníes no es algo que sorprenda, puesto que, desde hace un tiempo atrás, se sabe que estos grupos terroristas actúan como proxies del régimen de Teherán.

Sin embargo, en las últimas semanas, las noticias sobre el acercamiento entre las fuerzas Hutíes en Yemen y el anteriormente nombrado Al Qaeda han estado en boca de todos tras un informe realizado por expertos de la ONU en el que afirmaban que ambas organizaciones decidieron apartar sus diferencias y concentrarse en debilitar -aún más- al ya frágil gobierno yemení. Esto se pondría en práctica mediante la transferencia de armas, la coordinación de ataques en conjunto contra las fuerzas de seguridad pertenecientes al gobierno de Yemen, como así también, al intercambio de información. 

Dicha cooperación tanto en materia de seguridad como de inteligencia entre Al Qaeda y los Hutíes data de principios de este año, cuando ambos grupos empezaron a coordinar operaciones entre sí, muchas de las cuales estaban relacionadas con la transferencia de distintos tipos de armamento como lo son cohetes térmicos o artefactos explosivos, además de varios vehículos aéreos no tripulados (drones). 

Esta creciente relación entre los Hutíes y Al Qaeda no estaría ligada solamente a lo material, ya que, las fuerzas Huties estarían entrenando a los combatientes yihadistas de la rama que Al Qaeda tiene en Yemen: AQAP (Al Qaeda en la Península Arábiga) quien, desde hace muchos años, ha estado sacando provecho de la situación de inestabilidad constante como así también, del vacío de seguridad existente en Yemen para, de esta manera, afianzarse aún más, no solo en el país, sino también a nivel regional en las zonas cercanas al Mar Rojo. En este sentido, desde el año 22, AQAP tiene como base la región de Assawmaah, entre las provincias de Al Bayda y Abyan, la cual sirve como refugio para los yihadistas y que -casualmente- es un área que se encuentra bajo el control de lo Hutíes yemeníes. 

Un peligro a nivel regional 

La mencionada alianza establecida entre Al Qaeda y los Hutíes en Yemen, sin duda alguna, suponen una amenaza a nivel regional. Sobre todo, por la presión y el control que los mencionados Hutíes ejercen sobre el Mar Rojo y su tráfico. Recordemos que, hace ya mucho tiempo, los rebeldes yemeníes han estado llevando a cabo numerosos ataques contra embarcaciones israelíes y de otros países occidentales como Reino Unido, teniendo al terrorismo maritimo como su fuerte. 

231019-N-GF955-1113 RED SEA (Oct. 19, 2023) The Arleigh Burke-class guided-missile destroyer USS Carney (DDG 64) defeats a combination of Houthi missiles and unmanned aerial vehicles in the Red Sea, Oct. 19. Carney is deployed to the U.S. 5th Fleet area of operations to help ensure maritime security and stability in the Middle East region. (U.S. Navy photo by Mass Communication Specialist 2nd Class Aaron Lau)

Con relación a esto, el ministro de información de Yemen, Moammar Al-Eryani sostuvo en sus redes sociales que “la asociación entre los hutíes y otras organizaciones terroristas tienen como principal objetivo debilitar el Estado yemení, desestabilizar la seguridad y la estabilidad en las zonas liberadas” lo que supondría una gran amenaza para la seguridad de la navegación marítima. Esto está más que claro y será algo que habrá que tener en cuenta en los próximos meses, sobre todo, si distintas organizaciones terroristas continúan aliándose teniendo a la yihad como bandera.

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Máximo Alterman
Licenciado en Ciencias Políticas por Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y maestrando en RRII en la Universidad de Belgrano. Gran interés en Medio Oriente y particularmente, el fenómeno del Terrorismo

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