El Partido Republicano ha logrado la mayoría en la Cámara de Representantes, consolidando su dominio en el Congreso y alineándose con el presidente electo Donald Trump. Con victorias clave en Arizona y California, el partido alcanzó los 218 escaños necesarios para controlar la Cámara. Esta ventaja se suma al control del Senado, obtenido previamente de manos de los demócratas, consolidando su control pleno sobre los tres poderes del Estado.
Con ambas cámaras bajo su poder, los republicanos están preparando un plan de acción para implementar la visión de Trump. Entre sus promesas destacan la ejecución de una operación de deportación masiva, la extensión de exenciones fiscales, y la revisión de programas federales, incluso aquellos populares entre los demócratas.
Trump y sus aliados en el Congreso
Trump ha mantenido encuentros con legisladores republicanos, reforzando su relación con figuras como el presidente de la Cámara, Mike Johnson. Johnson, que ganó la nominación con apoyo de Trump, planea avanzar con una agenda “Estados Unidos Primero” que incluye reformas fiscales y políticas. Además, Johnson y otros legisladores han dejado claro que están dispuestos a investigar al fiscal especial Jack Smith, quien lleva adelante investigaciones sobre Trump.
La estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes podría dificultar la implementación de algunas propuestas. Algunos de los congresistas republicanos que ganaron en distritos reñidos podrían mostrarse cautelosos ante los aspectos más controversiales de la agenda de Trump. En tanto, los líderes demócratas, como Hakeem Jeffries, buscan mantener la relevancia de su partido y ejercer control sobre el proceso legislativo.
Thune, quien en el pasado había criticado a Trump, expresó su compromiso de apoyar la agenda del presidente electo. Con esta mayoría, los republicanos podrán respaldar sin grandes obstáculos los nombramientos de Trump para el gabinete y el sistema judicial, aunque algunos nombramientos, como el de Matt Gaetz como fiscal general, podrían generar resistencias.
A medida que el Partido Republicano se alinea con las políticas de Trump, se perfila una nueva era de liderazgo conservador. Si bien algunos republicanos han expresado dudas, la gran mayoría parece dispuesta a trabajar unida bajo la influencia de la visión de “Make America Great Again”. Con una posición fortalecida, el equipo de Trump en el Congreso se prepara para implementar reformas que podrían redefinir el panorama político y económico de Estados Unidos.
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Fuente: Associated Press