Alemania decidió rechazar un envío de gas natural licuado (GNL) ruso en su terminal estatal Deutsche Energy Terminal, como parte de una política más amplia de los países de Europa para reducir su dependencia energética de Rusia. Según reveló el Financial Times, el Ministerio de Economía alemán ordenó no aceptar ningún envío proveniente de Moscú, citando el objetivo de alcanzar la independencia total del gas ruso.
Esta decisión ocurre en un contexto de tensiones energéticas entre Europa y Rusia tras la invasión a Ucrania en 2022. Alemania, que era el mayor importador de gas ruso antes del conflicto, construyó terminales de GNL para diversificar sus fuentes de suministro y evitar un colapso energético. “Es claro que Alemania no debe importar gas ruso, ni siquiera a través de las terminales de GNL”, declaró un portavoz del Ministerio de Economía, citado por The Kyiv Independent.
Aunque Alemania ya no recibe GNL ruso de manera directa, algunas conexiones persisten en el sistema europeo. La planta rusa de Yamal, por ejemplo, continúa suministrando gas a través de Francia antes de ingresar al sistema de gasoductos europeo. Este es un aspecto que la Unión Europea busca abordar con el 14º paquete de sanciones aprobado en junio, el cual incluye restricciones al GNL ruso.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, destacó recientemente la importancia de reemplazar el GNL ruso por importaciones estadounidenses. “Todavía recibimos una cantidad significativa de GNL ruso. ¿Por qué no sustituirlo con alternativas más económicas y estratégicas, como el GNL estadounidense?”, comentó en una conversación citada por The Kyiv Independent.
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