El reciente avistamiento del buque ruso Yantar, conocido por sus avanzadas capacidades de inteligencia, ha generado un estado de alerta máxima en el Reino Unido. Este barco fue detectado merodeando en aguas británicas, específicamente en el Mar de Irlanda, cerca de la Isla de Man, y su presencia ha captado la atención de las fuerzas militares británicas. La Royal Navy, junto con aviones de patrullaje, ha seguido de cerca los movimientos del buque, lo que refleja las preocupaciones crecientes sobre las posibles intenciones de Rusia en relación con infraestructuras estratégicas.
La amenaza potencial de Yantar
El Yantar es un buque de inteligencia de la clase Proyecto 22010, operado por la Armada rusa. Equipado con tecnologías avanzadas, su propósito va más allá del simple monitoreo: puede desplegar minisubmarinos capaces de operar a profundidades de hasta 6.000 metros, lo que le permite interactuar con cables de telecomunicaciones, submarinos y otras infraestructuras críticas. Este buque, de 107 metros de eslora, fue observado previamente transitando por el canal de la Mancha, generando preocupación en torno a su posible objetivo de estudiar o interferir en las conexiones submarinas de alta importancia.
De acuerdo con la cuenta especializada Navy Lookout, el buque estuvo activo en el área mientras un avión de patrullaje P-8A Poseidon, lanzado desde la RAF de Lossiemouth, rastreaba sus movimientos. La Royal Navy aseguró que mantiene una vigilancia constante sobre las aguas territoriales del Reino Unido para prevenir actividades hostiles y proteger los intereses nacionales, destacando la naturaleza rutinaria pero crítica de estos monitoreos.
La importancia estratégica de las infraestructuras submarinas
El interés ruso en infraestructuras críticas no es una novedad, pero la actividad reciente del Yantar ha revitalizado preocupaciones latentes. Este tipo de instalaciones representa un pilar esencial para la conectividad global, ya que transportan la gran mayoría del tráfico de Internet y facilitan transacciones financieras diarias por un valor superior a los 10 billones de dólares. Los cables que atraviesan el océano Atlántico y el Mar del Norte han sido señalados como objetivos potencialmente vulnerables para operaciones de sabotaje por parte de Rusia, un tema que preocupa tanto a Estados Unidos como a los países europeos.
Antes de llegar a aguas británicas, el Yantar operó frente a las costas de Noruega, cerca del puerto espacial de Andøya, durante ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Noruega que involucraban al portaaviones USS Harry S Truman.
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