El incremento de las tensiones en el noreste asiático alcanzó un nuevo punto crítico luego de que Corea del Norte emitiera fuertes advertencias dirigidas a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. Estas amenazas se producen en respuesta a una serie de ejercicios militares conjuntos que involucran a estas naciones y que, según Pyongyang, constituyen un acto de “guerra de agresión” dirigido contra su “sagrada nación”. Los comentarios fueron difundidos a través de la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), medio estatal que acusó a Japón de profundizar su capacidad militar de ataque, una maniobra que, a su entender, agrava la inestabilidad en el Indo-Pacífico.

Japón refuerza su postura defensiva

La postura de Tokio es uno de los principales focos de las críticas norcoreanas. En años recientes, Japón ha anunciado un notable fortalecimiento de sus capacidades de defensa, que incluye la inversión en sistemas de ataque de largo alcance. Esta decisión responde, en parte, al creciente arsenal de misiles de Corea del Norte, que ha llevado a Japón a reconsiderar su enfoque estrictamente defensivo. En diciembre de 2022, el gobierno japonés confirmó su intención de desarrollar capacidades de “contraataque” que le permitirían responder a posibles amenazas con misiles en su territorio, decisión descrita como una “medida mínima necesaria” para la autodefensa.

Corea del Norte ha calificado este incremento de capacidades como un “fervor bélico exacerbado” que amenaza la paz y seguridad regionales. Para Japón, sin embargo, es una necesidad clave ante el contexto actual, marcado por pruebas de misiles norcoreanos y el desarrollo de armamento avanzado. En este marco, Tokio también ha avanzado en el desarrollo de sistemas de defensa antimisiles hipersónicos junto a Estados Unidos, con planes de despliegue para la próxima década. Este esfuerzo busca contrarrestar las amenazas tanto de Corea del Norte como de China, que ha acelerado sus programas de armas hipersónicas.

La alianza militar de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur

Los recientes ejercicios militares en la región, llevados a cabo por Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, incluyeron despliegues de fuerzas navales y aéreas avanzadas. Entre los puntos destacados, figura la participación del portaaviones USS George Washington y maniobras conjuntas en el Mar de China Oriental. Estas actividades forman parte del ejercicio multidominio “Freedom Edge 24-2”, diseñado para reforzar la interoperabilidad y capacidad de respuesta de los aliados en el Indo-Pacífico. Las maniobras se realizaron tras una cumbre trilateral en Camp David en 2023, donde los líderes de estos países reafirmaron su compromiso de colaboración en materia de defensa.

Desde la perspectiva de Corea del Norte, estos ejercicios no son defensivos, sino una demostración de fuerza que busca intimidar a su régimen. Pyongyang, que en el último año ha intensificado sus lanzamientos de misiles balísticos y pruebas armamentísticas, considera estas maniobras como una provocación directa.

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Redacción
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