El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visitó recientemente Filipinas para fortalecer la cooperación militar con Manila y enviar un mensaje contundente a China en medio de crecientes tensiones en el Mar de China Meridional. Durante su visita, Austin reafirmó el compromiso de Washington con la defensa de la soberanía filipina y anunció el envío de nuevas capacidades tecnológicas, subrayando el rol estratégico de Filipinas en la región.
El contexto de la disputa en el Mar de China Meridional
El Mar de China Meridional se ha convertido en un punto crítico de tensiones geopolíticas. China reclama la mayor parte de esta área estratégica, a pesar de un fallo del Tribunal Internacional de La Haya en 2016 que desestimó sus reclamaciones legales. Sin embargo, estas decisiones no han impedido que Pekín continúe construyendo bases militares en arrecifes, hostigando barcos filipinos y llevando a cabo campañas de desinformación.
Filipinas, por su parte, llama “Mar de Filipinas Occidental” a su zona económica exclusiva en esta región, donde el Mando Occidental de las Fuerzas Armadas (WESCOM) lidera los esfuerzos defensivos. La isla de Palawan, donde se encuentra la base central de este mando, ha sido el epicentro de las operaciones para contrarrestar las acciones chinas, según autoridades filipinas y estadounidenses.
La visita de Austin y los nuevos desarrollos militares
Lloyd Austin visitó la base de WESCOM en Palawan como parte de su cuarta visita oficial a Filipinas. Allí, asistió a demostraciones de tecnología militar avanzada financiada por Estados Unidos, como buques de superficie no tripulados Martec T-12 y T-38, diseñados para mejorar las capacidades de vigilancia marítima.
Estos sistemas, adquiridos con ayuda de seguridad de Estados Unidos, permiten operaciones autónomas, con capacidad para detectar colisiones y realizar tareas de reconocimiento. Austin enfatizó que estas herramientas son clave para garantizar que Filipinas pueda proteger su soberanía en su zona económica exclusiva. Además, se espera que este apoyo continúe con el desembolso de 500 millones de dólares en asistencia militar a largo plazo, anunciada en julio.
La respuesta de China y el impacto estratégico
Las acciones de Pekín en el Mar de China Meridional, incluyendo bloqueos de barcos filipinos y el uso de “milicias marítimas” disfrazadas, han incrementado las tensiones. Durante una conferencia de prensa conjunta, el secretario de Defensa Nacional de Filipinas, Gilberto Teodoro, calificó estas acciones de “agresivas y peligrosas”, mientras que Austin condenó el comportamiento chino, reafirmando el apoyo de Washington a un “Indo-Pacífico libre y abierto”.
Esta visita refuerza la alianza entre Estados Unidos y Filipinas, consolidada en respuesta a la “extralimitación china”, como señaló Teodoro. Además, Estados Unidos ha incrementado su presencia en Filipinas, ampliando el acceso a nueve bases militares bajo el Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada (EDCA).
Washington también planea invertir 128 millones de dólares en infraestructura militar en estas bases, incluyendo sistemas avanzados como el lanzamisiles Typhon, que podría tener un impacto estratégico significativo frente a China. Este esfuerzo conjunto busca no solo disuadir la agresión china, sino también fortalecer la capacidad defensiva de Filipinas en un contexto de creciente rivalidad en el Indo-Pacífico.
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