La posibilidad de un conflicto entre China y Taiwán ha llevado a Estados Unidos a realizar simulacros de guerra para evaluar estrategias y desafíos. Según un informe presentado por el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino, Taiwán tendría que resistir durante al menos un mes sin refuerzos significativos de Estados Unidos. La simulación, liderada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), subraya la importancia de los misiles antibuque y la preparación inicial de la isla para enfrentar una invasión.
En el norte, las defensas taiwanesas están mejor preparadas, pero un desembarco en el sur, aunque más accesible para China, requeriría enfrentarse a una prolongada resistencia terrestre. Durante las simulaciones, expertos como Mark Cancian destacaron que una invasión al sur podría derivar en un conflicto prolongado y similar al avance aliado en Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
La importancia de los misiles y las limitaciones logísticas de Taiwán
Uno de los principales aprendizajes del simulacro fue la necesidad de equipar a Taiwán con misiles Harpoon, capaces de atacar buques chinos desde tierra sin involucrar directamente tropas estadounidenses. Se estima que un conflicto de este tipo complicaría el envío de refuerzos debido al bloqueo marítimo y aéreo que China podría imponer durante las primeras semanas de enfrentamiento.
La capacidad de construcción naval china supera en 232 veces a la estadounidense, lo que pone de manifiesto la necesidad de priorizar estrategias más económicas y efectivas. Los legisladores sugieren que Estados Unidos debe enfocarse en proporcionar a Taiwán armamento pequeño y de alta supervivencia en lugar de grandes plataformas vulnerables.
Impacto de una posible invasión y el rol de aliados clave
Si bien las simulaciones mostraron que Taiwán y sus aliados podrían resistir una invasión anfibia, el costo sería elevado para ambas partes. Estados Unidos podría perder portaaviones y cientos de aviones, mientras que China sufriría la destrucción del 90% de su flota anfibia. A pesar de este resultado, los analistas advierten que cualquier retraso en la respuesta estadounidense podría ser fatal para la defensa de la isla.
Japón emerge como un aliado crucial en este contexto, ya que su territorio serviría como base para operaciones estadounidenses. Sin embargo, Corea del Sur parece menos dispuesta a participar directamente, lo que podría complicar las operaciones en el Pacífico. Además, existe el riesgo de que Corea del Norte aproveche un conflicto en Taiwán para atacar al sur.
Estrategias futuras y la política de contención de China
La política estadounidense hacia Taiwán requiere claridad y rapidez. Los ejercicios del CSIS concluyen que cualquier indecisión sería catastrófica, dado que China tendría una ventaja geográfica significativa. Además, los expertos recomiendan incrementar la producción de misiles antibuque y sistemas defensivos para disuadir a China de lanzar una invasión.
En última instancia, el conflicto podría depender de decisiones políticas tanto en Taiwán como en China. El Partido Comunista Chino considera una invasión solo en caso de que Taiwán declare su independencia, una intervención externa o la imposibilidad de lograr la unificación por medios pacíficos.
El jefe del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, almirante Samuel Paparo, enfatizó que Estados Unidos está adaptando su estrategia militar hacia el Indopacífico, describiéndolo como el escenario más desafiante. Sin embargo, subrayó que la defensa de Taiwán dependerá de una combinación de preparación local y colaboración internacional. En palabras de Paparo: “Hacer extremadamente difícil una invasión a través del estrecho será clave para evitar el conflicto”.
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Fuente: Focus Taiwan – Fox News