Ucrania ha denunciado que Rusia lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) durante un ataque dirigido contra infraestructuras críticas en Dnipro. Según la fuerza aérea ucraniana, el ataque representa la primera utilización militar documentada de un arma estratégica de este tipo en un conflicto armado. Este acontecimiento aumenta aún más las tensiones en una guerra que lleva ya 33 meses, marcada por el uso de armamento avanzado y una creciente escalada en el intercambio de hostilidades.
Detalles del ataque
La fuerza aérea de Ucrania informó que el misil balístico intercontinental fue disparado desde la región de Astracán, en el suroeste de Rusia, situada a más de 700 km del objetivo en Dnipro. Aunque no se especificó el modelo exacto del proyectil, medios locales citaron fuentes anónimas que lo identificaron como un RS-26 Rubezh, un misil de combustible sólido con un alcance de hasta 5.800 kilómetros. Diseñado para portar cabezas nucleares, el RS-26 tiene un peso aproximado de 36 toneladas y puede transportar una ojiva de 800 kg, según datos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
El ataque afectó a una empresa industrial en Dnipro, donde se registraron daños materiales significativos y se desencadenaron incendios. El gobernador regional, Serhiy Lysak, confirmó que dos personas resultaron heridas. La fuerza aérea ucraniana también detalló que Rusia empleó misiles hipersónicos Kinzhal y siete misiles de crucero Kh-101, de los cuales seis fueron interceptados.
Contexto estratégico y escalada reciente
Este ataque se produce en un momento de marcada escalada. En los días previos, Ucrania lanzó misiles estadounidenses ATACMS y misiles de crucero Storm Shadow de fabricación británica contra objetivos dentro de Rusia, incluyendo la región de Kursk. Estas acciones han provocado fuertes advertencias de Moscú, que considera estos ataques como una escalada significativa del conflicto.
El empleo de un ICBM, si se confirma, introduce una nueva dimensión en la guerra. Estas armas, diseñadas principalmente como herramientas de disuasión nuclear, no suelen usarse en conflictos convencionales debido a su alto costo y precisión. La consultora ucraniana Defense Express planteó dudas sobre si Estados Unidos había sido informado previamente del lanzamiento, dado que los acuerdos internacionales requieren notificaciones para evitar incidentes accidentales que puedan derivar en una respuesta nuclear.
Hasta el momento, el Kremlin no ha emitido comentarios oficiales sobre el uso del misil balístico intercontinental. Dmitry Peskov, portavoz presidencial, instó a los medios a dirigir sus consultas al Ministerio de Defensa ruso.
Escenarios futuros y tensiones políticas
El uso de un misil balístico intercontinental podría tener implicancias relevantes en la dinámica del conflicto y las relaciones internacionales. Este desarrollo se suma a un contexto en el que Estados Unidos y otros países occidentales han intensificado su apoyo a Ucrania, mientras que Moscú ha endurecido su postura, incluso reduciendo el umbral para un ataque nuclear.
En el ámbito político, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido que la ampliación del empleo de armamento occidental en territorio ruso podría desencadenar una escalada aún mayor. Entretanto, las especulaciones sobre un posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca añaden un componente de incertidumbre, ya que se espera que presione por negociaciones de paz, interrumpidas desde los primeros meses del conflicto.
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