El ejército estadounidense apoya a Filipinas en el Mar de China Meridional a través del recién creado Grupo de Trabajo Ayungin, según confirmó un portavoz de la embajada estadounidense. Esta iniciativa, alineada con las prioridades de defensa bilateral, tiene como objetivo mejorar la interoperabilidad entre ambas fuerzas mediante el uso de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR).

El grupo recibe su nombre del Second Thomas Shoal (Banco Ayungin en Filipinas), una zona clave en las disputas territoriales del Mar de China Meridional. Fue mencionado por primera vez durante una visita del Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, a Filipinas.

Respuesta de Filipinas: soberanía y colaboración

Eduardo Año, asesor de seguridad nacional de Filipinas, enfatizó que las operaciones filipinas en la región, como las misiones de reabastecimiento a sus tropas estacionadas en el buque Sierra Madre, son “puramente filipinas”. Sin embargo, reconoció que el apoyo estadounidense incluye herramientas ISR y monitoreo marítimo, aunque sin participación directa en las operaciones.

El embajador filipino en Washington también aclaró que su país no ha solicitado asistencia militar activa de Estados Unidos, limitando la colaboración a la provisión de datos e imágenes.

Tensiones con China y su trasfondo estratégico

Las actividades filipinas en el Banco Ayungin han generado confrontaciones frecuentes con China. Este país reclama soberanía sobre el área, ubicada a 1.300 kilómetros de su territorio continental, pero a apenas 200 kilómetros de Filipinas.

En incidentes previos, la guardia costera china ha sido acusada de hostigar a barcos filipinos con maniobras agresivas, incluyendo el uso de cañones de agua. Pekín considera estas misiones como invasiones de su territorio y ha manifestado su descontento por la creciente cooperación militar entre Estados Unidos y Filipinas.

La creciente presencia de Washington en el Mar de China Meridional refuerza su interés declarado en mantener la paz y la libertad de navegación en esta región, vital para el comercio global. Por estas aguas circulan anualmente bienes por un valor superior a 3 billones de dólares.

Para Filipinas, la colaboración con Estados Unidos es un pilar estratégico frente a la presión de Pekín. Sin embargo, Manila busca equilibrar su asociación con Washington con su política de mantener el control sobre las operaciones en el banco de arena, un símbolo de su soberanía territorial.

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Fuente: Reuters

Redacción
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