En el marco de crecientes tensiones en el Indo-Pacífico, Estados Unidos y Japón estarían preparando un plan para el despliegue estratégico de tropas estadounidenses en las islas meridionales de Japón y Filipinas. Esta medida se activaría en caso de que China decida invadir Taiwán, según un informe reciente de Kyodo News.
Una estrategia de disuasión ante la amenaza china
La región de Taiwán ha sido objeto de una escalada de tensiones debido a las reiteradas declaraciones del presidente chino, Xi Jinping, quien ha reafirmado su intención de reunificar la isla con el continente, incluso mediante el uso de la fuerza. En respuesta, Estados Unidos y sus aliados han intensificado sus planes de defensa y disuasión, centrándose en puntos estratégicos clave del Indo-Pacífico.
El plan contempla el despliegue de un regimiento litoral de la Infantería de Marina estadounidense, equipado con sistemas HIMARS (Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad), en las islas Nansei, un archipiélago que se extiende entre Okinawa y Taiwán. Estas fuerzas tendrán como objetivo principal establecer una presencia rápida y efectiva en puntos estratégicos que podrían ser utilizados para contrarrestar un posible bloqueo naval o ataque por parte de China. Japón proporcionaría apoyo logístico a estas operaciones.
El regimiento litoral desplegado incluirá aproximadamente 2.000 infantes de marina, entrenados para operar en entornos insulares y costeros, permitiendo una rápida movilización en caso de un conflicto. Según el informe, la transición de estas unidades ya ha comenzado: el 12º Regimiento de Infantería de Marina, con base en Okinawa, fue transformado en el 12º Regimiento Litoral de Infantería de Marina en noviembre de 2023.
Cooperación con Filipinas
Además del despliegue en Japón, el plan también contempla la utilización de Filipinas como un punto estratégico clave. Una fuerza de tareas multidominio del Ejército de Estados Unidos sería enviada al archipiélago filipino. Estas unidades, diseñadas para operar en diversos ámbitos como el terrestre, marítimo, aéreo, espacial, cibernético e informativo, se integrarían a la estrategia regional para responder rápidamente a una potencial crisis.
Filipinas, ubicada al sur de Taiwán, juega un papel crítico en la arquitectura de defensa regional. Las bases militares en su territorio ofrecen una posición ventajosa para contrarrestar movimientos militares chinos en el estrecho de Luzón y otras áreas circundantes. Este despliegue reforzaría la capacidad de respuesta conjunta entre Estados Unidos y sus aliados.
Misiles como elemento clave de disuasión
El despliegue de sistemas HIMARS en las islas Nansei y posiblemente en Filipinas apunta a disuadir cualquier agresión china en la región. Estos sistemas son altamente móviles y pueden ser utilizados tanto para romper un bloqueo como para lanzar ataques de precisión en un escenario de guerra abierta.
El coronel retirado de la Infantería de Marina de EE. UU., Grant Newsham, destacó la importancia estratégica de estos despliegues. En declaraciones recogidas por Kyodo News, señaló que las islas del sur de Japón y el norte de Filipinas son ubicaciones «óptimas» para la colocación de misiles. Este tipo de estrategia no solo busca responder a un posible conflicto, sino también servir como una herramienta de disuasión para prevenir una agresión inicial por parte de China.
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