En el frente ruso de Kursk, las tropas ucranianas enfrentan un panorama sombrío y devastador: un agotamiento extremo, condiciones climáticas adversas y un continuo bombardeo por parte de las fuerzas rusas. A pesar de las dificultades, se les ha ordenado resistir hasta enero de 2025, con la esperanza de que un cambio en la administración estadounidense, con la llegada de Trump, traiga nuevas políticas que beneficien a Ucrania.

Cuatro meses después del inicio de la ofensiva ucraniana en Kursk, los soldados expresan dudas sobre los objetivos estratégicos de la campaña. Mensajes de texto recopilados revelan un estado de ánimo pesimista entre las tropas, que enfrentan escasez de equipamiento y rotaciones inadecuadas. Fuente: REUTERS.

Algunos soldados cuestionan si la operación ha logrado desviar suficientes fuerzas rusas de frentes clave como Zaporizhia y Járkov. Además, destacan las pérdidas significativas en un territorio que consideran estratégico pero no esencial: “No necesitamos estos bosques de Kursk, en los que dejamos a tantos camaradas”, dijo un soldado identificado como Pavlo.

El papel de la política internacional

El contexto político internacional añade una capa de presión. Tanto el presidente Zelenski como los comandantes ucranianos reconocen que la situación en Kursk está influenciada por el calendario político estadounidense. Mientras Ucrania intenta mantener terreno, Rusia busca avances significativos antes de la inauguración del presidente Trump en enero de 2025.

Los analistas consideran que la operación en Kursk tiene valor estratégico. Según Serhiy Kuzan, del Centro de Seguridad y Cooperación de Ucrania, el frente permite a Ucrania mantener la iniciativa y obliga a Rusia a desviar recursos: “Cuanto más podamos mantener este frente de Kursk con equipo adecuado, mejor”, afirmó.

Las tropas también ven similitudes con operaciones previas, como la cabeza de puente en Krynky, una misión costosa y fallida en el río Dnipro. En ambos casos, se cuestiona si el alto costo humano y material vale los beneficios obtenidos. Fuente: Ukraine Map.

Mientras algunos analistas militares ven en Kursk un frente clave para mantener la presión sobre Rusia, los soldados en el terreno enfrentan el peso de las decisiones políticas y estratégicas. Sin embargo, la incógnita persiste: ¿podrán las tropas ucranianas resistir lo suficiente para traducir esta operación en ganancias políticas y militares?

En palabras de un comandante ucraniano: “Esta situación molesta a Putin. Pero resistiremos mientras sea factible desde el punto de vista militar”.

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Fuente: BBC

Redacción
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