Europa atraviesa una transformación militar sin precedentes ante lo que podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial. Los servicios de inteligencia del continente advierten sobre un posible conflicto con Rusia en los próximos seis a ocho años, desatando una carrera armamentística y defensiva que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. Los preparativos incluyen desde fortificaciones fronterizas hasta planes de evacuación masiva, evidenciando la seriedad con la que los países europeos toman esta amenaza.

La amenaza rusa y las advertencias de inteligencia

Bruno Kahl, jefe del servicio de inteligencia exterior de Alemania, ha sido contundente al afirmar que “Rusia se está preparando para una guerra con Occidente”. Si bien no se espera un ataque a gran escala inmediato sobre territorio de la OTAN, los expertos advierten sobre posibles incursiones limitadas o tácticas de guerra híbrida diseñadas para probar la cohesión de la alianza.

El servicio de inteligencia exterior de Estonia amplía esta preocupación, señalando que la OTAN “podría enfrentarse a un ejército de masas al estilo soviético en la próxima década” si Rusia logra reformar exitosamente sus fuerzas armadas. Aunque este ejército sería tecnológicamente inferior en varios aspectos, su potencial militar seguiría siendo significativo, especialmente en áreas como la guerra electrónica y los ataques de largo alcance.

El escudo oriental: la primera línea de defensa

Polonia lidera los esfuerzos defensivos con la construcción del denominado “Escudo Oriental”, una inversión superior a los 2.500 millones de dólares que representa la mayor operación de refuerzo fronterizo desde 1945. Este proyecto, que incorpora lecciones aprendidas del conflicto en Ucrania, combina fortificaciones tradicionales con sistemas avanzados de guerra electrónica y vigilancia.

Los países bálticos no se quedan atrás. Estonia, Letonia y Lituania han establecido una línea defensiva conjunta que incluye una red de búnkeres, puntos de apoyo y líneas de distribución a lo largo de sus fronteras con Rusia y Bielorrusia. Lituania ha fortificado específicamente el puente de Panemunė, punto estratégico que conecta con el exclave ruso de Kaliningrado, instalando minas y defensas antitanque conocidas como “dientes de dragón”.

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Preparativos civiles y planes de evacuación

La preparación para un posible conflicto va más allá del ámbito militar. Suecia, el miembro más reciente de la OTAN, ha publicado un folleto instructivo que prepara a sus ciudadanos para “el peor de los casos: un ataque armado contra Suecia”. Noruega y Finlandia han seguido pasos similares, desarrollando guías detalladas sobre cómo afrontar desde condiciones meteorológicas extremas hasta actos de guerra.

En el Báltico, las medidas son aún más concretas. Lituania ha ordenado a todas sus autoridades locales desarrollar planes de evacuación inmediatos, mientras que Letonia ha identificado 5.000 edificios subterráneos para su uso como refugios. Vilnius, la capital lituana, ha anunciado una inversión de 12.000 millones de euros para 2025 en la instalación y mejora de refugios, con capacidad para proteger a una población equivalente a dos veces la de la ciudad.

La brecha en el gasto militar

La disparidad en el compromiso defensivo entre Europa Oriental y Occidental es notoria. Mientras Polonia proyecta destinar el 5% de su PIB al sector militar para 2025, y Estonia aumentará al 3,7% en 2026, la mayoría de los países occidentales luchan por alcanzar el objetivo mínimo del 2% establecido por la OTAN.

A Dutch Air Force F-35 fighter jet conducts air operations during exercise Steadfast Noon. Thirteen Allies are participating in NATO’s annual nuclear deterrence exercise Steadfast Noon, a long-planned, routine training activity that is hosted by a different NATO Ally each year. The 2024 iteration involves training flights mainly over host countries Belgium and the Netherlands as well as over Denmark, the United Kingdom and the North Sea. The exercise runs from 14 to 24 October 2024.

El almirante Sir Tony Radakin, jefe de las fuerzas armadas británicas, ha reconocido que el Reino Unido se encuentra en una posición “ligeramente más débil” que los países más cercanos a Rusia, particularmente en aspectos de planificación civil y militar.

Europa enfrenta una escasez crítica de sistemas de defensa aérea, una vulnerabilidad que los países buscan subsanar urgentemente. Hungría ha anunciado la instalación de nuevos sistemas de control aéreo y defensa antiaérea en su región nororiental, mientras que los países bálticos han solicitado un refuerzo significativo de las capacidades aéreas de la OTAN en el flanco oriental.

El papel de la industria militar

El almirante Rob Bauer, máximo responsable militar de la OTAN, ha enfatizado la necesidad de que la industria europea se prepare para un escenario de guerra. “Aunque sean los militares los que ganan las batallas, son las economías las que ganan las guerras”, ha declarado, subrayando la importancia de adaptar las líneas de producción y distribución para satisfacer las crecientes demandas de equipamiento militar.

Los expertos coinciden en que los próximos años serán cruciales para la preparación europea ante una posible confrontación con Rusia. William Freer, investigador del Consejo de Geoestrategia, señala que las inversiones actuales buscan disuadir a Rusia demostrando que cualquier agresión tendría un costo prohibitivo. Sin embargo, la efectividad de estas medidas dependerá de la capacidad de Europa para mantener una respuesta unificada y sostener los niveles de inversión necesarios.

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Con información de: Reuters, Newsweek, Frankfurter Allgemeine Zeitung, y declaraciones oficiales de funcionarios de la OTAN y gobiernos europeos

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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