En un giro inesperado de los acontecimientos en Siria, fuentes informaron que las fuerzas rebeldes han tomado el control de Damasco, la capital del país, marcando un posible punto final para el régimen del presidente Bashar al Assad. Este avance se da tras años de conflicto devastador que dejó al país en ruinas y dividido por las facciones enfrentadas.

La caída de Damasco y el avance rebelde

En la madrugada del domingo, unidades de reconocimiento de los rebeldes ingresaron a los barrios internos de Damasco, incluyendo Barzeh, un área clave de la ciudad, según informaron residentes locales. En esta zona, se registraron enfrentamientos intensos entre los insurgentes y las fuerzas aún leales al gobierno. Testigos relataron que los rebeldes avanzaron hacia la estratégica calle del Club de Policía mientras las comunicaciones, como el internet y la electricidad, se encontraban gravemente interrumpidas, una situación que agravó el temor entre los civiles.

Fuentes familiarizadas con la situación confirmaron que el régimen de Assad sufrió un colapso militar en la capital. Asimismo, algunos elementos de alto rango dentro del gobierno habrían entablado contacto con los rebeldes, explorando la posibilidad de deserciones.

Un régimen en retirada

Reportes preliminares sugieren que el presidente Bashar al Assad ya no se encuentra en Siria. Según dos oficiales de alto rango que hablaron con Reuters, el paradero del líder sirio es incierto, lo que alimenta especulaciones sobre una posible fuga hacia un país aliado.

El grupo rebelde Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), formado a partir de una antigua facción afiliada a Al Qaeda, ha emergido como el actor principal detrás del avance insurgente. Aunque su rol genera controversia debido a sus antecedentes extremistas, su protagonismo pone en duda el panorama político que se avecina.

Plan de transición política

Salem al-Meslet, exlíder de la Coalición Nacional de Fuerzas Revolucionarias y de Oposición de Siria, delineó una posible hoja de ruta política para el futuro del país en caso de un colapso total del régimen. En declaraciones previas a CNN, al-Meslet propuso el retiro inmediato de todas las facciones armadas fuera de las ciudades, permitiendo únicamente la operación de fuerzas policiales civiles.

El plan incluye la preservación de las instituciones estatales y la permanencia de los empleados en sus funciones. Una entidad transicional gobernaría el país por un período de seis a nueve meses, antes de organizar elecciones para un nuevo parlamento y un liderazgo civil.

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Alejo Sanchez Piccat
Licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales UADE Maestrando en Defensa Nacional UNDEF Interesado en Seguridad Nuclear y Medio Oriente Contacto directo: asanchezpiccat@esceneariomundial.com

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