La subsecretaria adjunta de Defensa de Estados Unidos, Iris Ferguson, mostró preocupaciones por la creciente alianza entre China y Rusia en el Ártico. Los principales cuestionamientos recaen en que ambos Estados han mostrado mayores niveles de cooperación militar en la región.
En este contexto, Ferguson declaró que “este tipo de aumento de los niveles de cooperación militar es nuevo”. Asimismo, añadió que Estados Unidos debería realizar ejercicios militares como medida disuasoria, en pos de vigilar los intereses crecientes de China en la zona.
La funcionaria, que considera que China es “uno de los recién llegados a la escena”, considera que Beijing ha logrado ampliar su influencia a diversas partes del mundo. Sin dudas, el Ártico es una de las principales regiones en las que el gigante asiático ha adoptado una nueva postura.
Además, haber mantenido una posición neutral en un mundo conflictivo le ha permitido dialogar y colaborar con países como Rusia en pos de alcanzar sus objetivos expansionistas. No obstante, China también ha sido acusada de suministrar armas y drones a Moscú en su guerra con Ucrania.
En este contexto, la creciente presencia de China y Rusia en el Ártico redefine las dinámicas geopolíticas de la región, con crecientes preocupaciones por parte de las principales potencias occidentales. Principalmente, porque ambos países pueden fortalecer sus intereses en la explotación de recursos naturales o rutas de navegación, desafiando por ejemplo la capacidad defensiva de la OTAN.
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