En el marco de un contexto internacional conflictivo, la situación en el campo de batalla entre Rusia y Ucrania enfrenta nuevos desafíos: Kiev, por ejemplo, sufre una ola de deserciones en sus primeras líneas ofensivas. Desde el año 2022, Ucrania ha realizado casi 96.000 causas penales contra militares que han abandonado sus puestos.
Estas nuevas cifras presentan un aumento contabilizable significativo. Se estima que el número de deserciones es de seis veces mayor que en los últimos dos años, donde la mayoría de los casos se abrieron este 2024.
En gran medida, Ucrania ha buscado llevar a cabo diversas campañas de reclutamiento para revertir esta situación. No obstante, los avances rusos son cada vez mayores y las desventajas para Kiev en cuanto a efectivos se agudiza.
Uno de los mayores problemas de esta situación recae en que los soldados que se mantienen en el campo de batalla son desplegados por días enteros sin descanso, y las tropas para relevarlos son escasas. Y según anteriores declaraciones de Volodímir Zelenski, se necesitan aproximadamente 160.000 soldados nuevos para movilizar.
Más allá de lo que ocurre en Ucrania, Rusia está atravesando una situación similar: los tribunales del país han tramitado al menos 10.000 casos contra soldados que disertaron. Sin embargo, Moscú posee una población mucho más grande que la de Kiev, y los incentivos económicos para reclutar nuevos soldados son también un papel clave.
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