Francia ha comenzado a retirar sus tropas de Chad, dando inicio a una reducción significativa de su presencia militar en el Sahel. Este proceso, que se formalizó con la salida de dos aviones Mirage desde Yamena hacia una base en el este de Francia, llega semanas después de que Chad anunciara la finalización de su pacto de cooperación en defensa con París.
El fin de este acuerdo, anunciado el pasado 28 de noviembre, representa un giro inesperado en la relación entre ambos países, tradicionalmente aliados en la lucha contra los militantes islamistas en la región.
Una retirada progresiva y el impacto regional
El portavoz del ejército francés, coronel Guillaume Vernet, confirmó que la salida de los aviones Mirage marca el inicio del regreso del equipo militar francés estacionado en Chad. Sin embargo, aún no se han definido los detalles sobre el calendario completo para el retiro de los aproximadamente 1.000 soldados franceses que permanecen en el país.
Este movimiento sigue la tendencia de reducción de la presencia militar francesa en África occidental y central, que ya incluyó la salida de tropas de Mali, Burkina Faso y Níger tras los golpes de Estado en esos países y el creciente sentimiento antifrancés en la región.
El gobierno francés no recibió aviso previo de la decisión de Chad, según fuentes militares. No obstante, un informe entregado el mes pasado al presidente Emmanuel Macron ya proponía una reducción de tropas en Chad, Gabón y Costa de Marfil, lo que sugiere que París consideraba la posibilidad de un repliegue estratégico en el continente.
Desafíos para el Sahel y Francia
La retirada francesa plantea interrogantes sobre el futuro de la seguridad en el Sahel, una región marcada por la inestabilidad y el auge de grupos militantes. Chad, que ha sido un socio clave en las operaciones antiterroristas, deberá reorganizar su estrategia de defensa en un contexto cada vez más autónomo.
Por otro lado, Francia enfrenta el desafío de redefinir su política exterior en África, en medio de un clima de rechazo y demandas locales de mayor soberanía. La salida de Chad no solo marca el fin de una era de intervención militar directa, sino también la necesidad de fortalecer relaciones diplomáticas y económicas con el continente en nuevas condiciones.
La retirada francesa subraya un cambio en la dinámica geopolítica del Sahel y pone de relieve los retos compartidos por la región y sus antiguos aliados internacionales.
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Fuente: Arab News