El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha instado a los países aliados a intensificar el envío de armas y apoyo militar a Ucrania antes de cualquier intento de negociación de paz con Rusia. Esta postura refleja la estrategia de consolidar una posición de fuerza para Kiev en el conflicto que ya se extiende por casi tres años.
Rutte subrayó que corresponde a Ucrania decidir cuándo iniciar negociaciones, pero enfatizó que cualquier intento de tregua debe estar precedido por un fortalecimiento militar significativo.
Este enfoque surge en un contexto de incertidumbre política internacional. Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha prometido un alto el fuego rápido, aunque no ha especificado cómo lograría este objetivo. Desde Kiev, existe preocupación de que tal acuerdo pueda ser favorable a Rusia, especialmente si incluye concesiones territoriales o limita la membresía de Ucrania en la OTAN.
Cambios en la postura de Ucrania
En medio de estas tensiones, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha mostrado recientemente una mayor apertura hacia un posible acuerdo de paz que implique concesiones territoriales temporales, siempre que esto facilite la entrada del país en la OTAN.
A pesar de estos desafíos, la OTAN y varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Alemania, han intensificado sus envíos de armas y sistemas de defensa aérea. Esto busca no solo fortalecer la defensa de Ucrania, sino también garantizar que Rusia no utilice la guerra como un medio para consolidar su influencia territorial en la región.
Un invierno crítico
El apoyo occidental llega en un momento crítico, con el invierno endureciendo las condiciones de vida en Ucrania. Ataques rusos contra infraestructuras energéticas buscan debilitar la resistencia ucraniana, lo que ha llevado a líderes como Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., a reiterar el compromiso de no permitir que Rusia utilice el frío como arma.
Mientras tanto, altos funcionarios de la OTAN, como el almirante Rob Bauer, advierten que Vladímir Putin no muestra interés en negociar mientras mantiene avances militares. En este marco, el refuerzo militar a Ucrania no solo es visto como un medio de defensa inmediata, sino como una herramienta para moldear cualquier posible escenario de paz futura.
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Fuente: The New York Times