En el marco del viaje a Medio Oriente de Antony Blinken, Secretario de Estado estadounidense, Washington ha tratado de presionar por la situación en Siria y su posterior estabilidad. El objetivo de su arribo a la región estuvo enmarcado en reunirse en Jordania y Turquía para mantener conversaciones sobre cómo garantizar una transición pacífica del poder en Siria tras el derrocamiento de Bashar al-Assad.
No obstante, en un último esfuerzo diplomático de la administración Biden antes de la asunción de Trump en la Casa Blanca, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, también estuvo en Israel. Con el objetivo de intentar cerrar un alto el fuego con Hamás, Sullivan declaró en Tel Aviv que se encontraba “optimista” sobre las condiciones de alto el fuego, esperando cesar el conflicto antes de la salida de Biden.
La lucha por la estabilidad política en Siria
En pos de impulsar una transición pacífica al poder en la Siria post Assad, Blinken se reunió con dirigentes jordanos y turcos. Afirmó que Estados Unidos estaba trabajando con socios regionales para “ayudar a Siria a la transición lejos de la brutal dictadura de Assad”.
“Volvemos a la región en un momento prometedor pero también peligroso para Siria y sus vecinos. Estamos decididos a hacer todo lo posible, trabajando en estrecha coordinación con nuestros socios, para ayudar al pueblo sirio a hacer realidad esa aspiración”, afirmó Blinken.
Mientras que su viaje comenzó en Jordania, estrecho aliado de Estados Unidos, Blinken luego viajó a Turquía para reunirse con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en una sala VIP del aeropuerto de Ankara. Allí buscó insistir en la importancia de mantener la lucha contra el Estado Islámico, instando a los turcos a “no lanzar operaciones militares” masivas.
Asimismo, hizo hincapié en “la necesidad de garantizar que la coalición para derrotar a ISIS pueda seguir ejecutando su misión crítica”, según el Departamento de Estado. Cabe recordar que Siria se encuentra bajo el poder del antiguo comandante de Al Qaeda, ahora al mando del grupo Hayat Tahrir al-Sham.
El difícil desafío del alto el fuego en Gaza
Por otra parte, Sullivan buscó establecer condiciones en Israel para un cese de las hostilidades en Gaza con Hamás. Sin embargo, los intentos de Estados Unidos de alcanzar un alto el fuego han fracasado repetidamente a lo largo del año.
Mientras que Israel ha confirmado que busca destruir todas las capacidades militares y de gobierno de Hamás, el grupo militante se ha atenido a sus exigencias de que cualquier alto el fuego incluya el fin permanente de los combates y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza. Estados Unidos, fiel aliado de Israel, ha respaldado con apoyo militar, político y diplomático.
Sin embargo, Sullivan buscó demostrar que Washington se encuentra haciendo “todo lo posible” para alcanzar una solución antes de la partida de Biden. “No estaría aquí ahora si no pensara que este asunto está esperando hasta después del 20 de enero”, declaró, haciendo mención a la fecha en que Trump tomará posesión de su cargo.
Por lo pronto, Sullivan afirmó que los rápidos cambios en toda la región han mejorado las posibilidades de éxito. Declaró que el alto el fuego de Israel con Hezbolá el mes pasado puso fin a más de un año de combates, aunque el colapso del gobierno de Siria ha cambiado el clima de negociación.
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