La Policía Federal de Brasil arrestó el sábado a Walter Braga Netto, exmiembro del gabinete del expresidente Jair Bolsonaro y compañero de fórmula en las elecciones de 2022, en el marco de investigaciones sobre un presunto complot para ejecutar un golpe de Estado, según informó el Tribunal Supremo en un comunicado. En noviembre, Braga Netto fue formalmente acusado junto a Bolsonaro y otras 35 personas de planear un golpe de Estado para mantener a Bolsonaro en el poder tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2022. Aunque aún no se han presentado cargos formales contra él, la detención está relacionada con acusaciones de obstrucción en la recolección de pruebas, según la Policía Federal.

La Policía Federal justificó la detención preventiva al identificar “pruebas contundentes” de que Braga Netto intentó obtener información sobre lo declarado por un exasesor de Bolsonaro, quien había firmado un acuerdo de delación premiada.

Braga Netto, quien fue jefe de gabinete de Bolsonaro entre 2020 y 2021 y Ministro de Defensa de 2021 a 2022, ha sido señalado como uno de los líderes del complot en un informe de 884 páginas presentado en noviembre por la Policía Federal de Brasil. Según el documento, el plan incluía sembrar desconfianza en el sistema electoral entre la población, redactar un decreto que legitimara el golpe de manera aparente, presionar a las fuerzas armadas para respaldar la trama e incitar disturbios en la capital.

Además, los investigadores alegan que Braga Netto aprobó un plan para asesinar a Lula, al vicepresidente electo Geraldo Alckmin y al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes durante una reunión con los conspiradores en su casa. El objetivo era dejar a Bolsonaro como el único candidato válido en la segunda vuelta de 2022. Si bien el informe no indica que los asesinatos se iban a llevar a cabo, sí se encontraron mensajes y documentos que evidencian el seguimiento y monitoreo de Moraes por parte de los conspiradores.

Las reacciones al arresto de Braga Netto han sido diversas. Mientras el expresidente Jair Bolsonaro y sus aliados niegan las acusaciones y califican las investigaciones como persecución política, sectores oficialistas lo interpretan como un hecho significativo en el contexto político actual. Bolsonaro cuestionó los fundamentos del arresto a través de la red social X, y sus seguidores han señalado posibles irregularidades legales en el proceso. Por su parte, representantes del gobierno de Lula y figuras oficialistas, como el senador Randolfe Rodrigues, valoraron la detención como un hecho relevante para el fortalecimiento del sistema democrático en Brasil.

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Redacción
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