El primer ministro británico, Keir Starmer, concluyó una visita de dos días a Noruega, en la que destacó la importancia de la cooperación energética entre ambos países para impulsar el crecimiento económico y fortalecer la seguridad energética del Reino Unido. La visita, centrada en un futuro acuerdo de energía verde y en la captura de carbono, marca un paso clave en la agenda medioambiental de Starmer y en la transición energética del Reino Unido.
Durante su estancia, Starmer recorrió un sitio de captura de carbono transfronterizo y mantuvo reuniones con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, para discutir los detalles de un pacto energético que se espera formalizar en la primavera de 2025. El acuerdo incluiría cooperación en captura y almacenamiento de carbono, así como en proyectos de energía eólica marina, como el parque eólico flotante Green Volt, liderado por empresas noruegas y escocesas, que proporcionará energía a cerca de un millón de hogares británicos a partir de 2028.
Por su parte, Støre destacó la importancia del acuerdo para avanzar en la transición verde y crear empleos sostenibles tanto en Noruega como en el Reino Unido.
Entre los avances más destacados se encuentra la cooperación en el transporte y almacenamiento de CO2 en el Mar del Norte. Este esfuerzo conjunto pretende superar desafíos técnicos y regulatorios mediante acuerdos bilaterales en el marco del Protocolo de Londres, un pacto internacional sobre el manejo de residuos en los océanos.
Seguridad energética y defensa en el panorama europeo
La visita de Starmer a Noruega coincidió con una cumbre de la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) en Tallin, Estonia, donde se discutieron temas relacionados con la seguridad regional y la defensa colectiva. Esta coalición militar, liderada por el Reino Unido y compuesta por 10 países europeos, busca complementar las capacidades de la OTAN frente a amenazas como la agresión rusa en Ucrania.
La JEF, que fue fundada en 2014, ha aumentado su relevancia en el contexto del panorama geopolítico cambiante, sirviendo como un puente entre la OTAN y los países del norte de Europa.
El enfoque integral de Starmer en energía y defensa refleja un compromiso por abordar desafíos globales de forma coordinada, integrando innovación tecnológica y cooperación internacional para garantizar tanto la sostenibilidad como la seguridad de los países europeos.
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