Tras la reciente negativa por parte de la Cancillería argentina a permitir el ingreso del buque científico británico RRS James Cook en aguas nacionales, se conocieron detalles sobre las actividades que la embarcación planeaba desarrollar en el Atlántico Sur. Entonces, ¿qué misiones iba a realizar el buque británico RRS James Cook en aguas argentinas?
Las misiones del RRS James Cook
Una de las principales tareas previstas para el RRS James Cook era la evaluación de los ecosistemas marinos del Atlántico Sur. Dicho análisis incluía la identificación de especies clave y la medición del impacto de la actividad pesquera en la biodiversidad de la región. De hecho, según información oficial, los datos recolectados serían utilizados para mejorar las políticas de conservación y manejo sostenible de los recursos pesqueros.
La zona elegida para estos estudios coincidía con áreas de intensa actividad pesquera, tanto nacional como internacional, lo que despertó críticas por el potencial acceso del Reino Unido a información estratégica sobre los recursos naturales argentinos.
Otro de los objetivos principales de la misión era la elaboración de una cartografía detallada del lecho marino en áreas adyacentes a las Islas Malvinas. Este trabajo incluía el uso de tecnología de sonar avanzada para identificar formaciones geológicas y evaluar el potencial de extracción de recursos minerales en la región.
¿Qué buscaba realmente el buque británico en aguas argentinas?
Si bien estas investigaciones fueron presentadas como de carácter exclusivamente científico, se ha señalado que los resultados podrían ser utilizados para fines económicos, incluyendo la explotación futura de hidrocarburos y minerales en el Atlántico Sur.
El RRS James Cook también buscaba recopilar datos sobre las corrientes oceánicas, temperaturas y niveles de salinidad en la región, con el fin de analizar el impacto del cambio climático en el Atlántico Sur. Estas mediciones serían utilizadas para estudiar la dinámica de los ecosistemas y prever cambios en las poblaciones marinas debido al calentamiento global.
Dado que estas investigaciones coincidían con zonas bajo disputa territorial entre Argentina y el Reino Unido, el acceso a dicha información generó inquietudes respecto de un posible aprovechamiento estratégico por parte de las autoridades británicas.
Aunque las misiones del RRS James Cook fueron promovidas como investigaciones académicas de relevancia global, su ejecución en aguas nacionales y en zonas cercanas a las Malvinas reavivó el debate sobre la soberanía y el control de los recursos naturales en el Atlántico Sur.
Finalmente, la Cancillería argentina decidió rechazar la solicitud, subrayando que este tipo de actividades deben ser evaluadas con una mirada estratégica que priorice los intereses del país. El caso del RRS James Cook deja en evidencia cómo las actividades científicas en regiones disputadas pueden convertirse en un punto de conflicto, donde la ciencia y la política se entrelazan de manera inevitable.
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