La OTAN ha tenido que desplegar a sus aviones para interceptar a dos bombarderos Tu-22M3 de Rusia, que sobrevolaban el Mar Báltico. Situación similar se vivió en el pasado mes de septiembre, cuando la OTAN envió patrullas aéreas al avistar cuatro aviones militares rusos sobre el Báltico, cerca de la frontera con Letonia.
No es la primera (ni última) vez que ocurre una interceptación del estilo: en los ocho primeros meses de 2024, se registraron 109 vuelos de aviones militares rusos sobre el mar Báltico, cerca de las aguas territoriales letonas. No obstante, la diferencia con ocasiones pasadas es que este martes se encontraba el primer ministro británico, Keir Starmer, en Tallin por la cumbre de la Fuerza Expedicionaria Conjunta 2024, junto con dirigentes de países del norte de Europa.
Desde Rusia se argumentó que ambos aviones estaban “realizando un vuelo planificado”. “Todos los vuelos de las aeronaves de las Fuerzas Aeroespaciales rusas se llevan a cabo en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo”, declaró la cartera de defensa rusa.
No obstante, el Ministerio de Defensa reconoció que los bombarderos de largo alcance “fueron escoltados” por cazas de “países extranjeros” en “algunas etapas de la ruta”. Aún así, Rusia declaró que todos los vuelos de las aeronaves de sus Fuerzas Aeroespaciales “se llevan a cabo en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo”.
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