El portaaviones nuclear estadounidense USS Carl Vinson recibió un refuerzo significativo de potencia aérea durante su despliegue en el océano Pacífico occidental, en un contexto de crecientes tensiones entre China, Taiwán y Estados Unidos. Este incremento se produce días después de que el ejército chino realizara maniobras militares de gran envergadura en las disputadas aguas cercanas a Taiwán. De acuerdo con imágenes difundidas por la Marina de Estados Unidos, el Carl Vinson transitó recientemente por el mar de Filipinas con seis cazas F-35C Lightning II adicionales, pertenecientes al Escuadrón 147 de Cazas de Ataque, con base en la estación aérea de Iwakuni, Japón.
Tensión en torno a China y Taiwán
El refuerzo llega en respuesta a ejercicios militares realizados por el ejército chino en torno a Taiwán, que incluyeron la movilización de 90 buques en áreas clave como las islas Ryukyu del sur de Japón, el mar de China Oriental y el mar de China Meridional. Esta demostración de fuerza buscó consolidar la influencia de Pekín en la región, mientras el gobierno chino reafirma su posición frente a lo que considera movimientos separatistas de Taiwán.
El estrecho de Luzón, al sur de Taiwán, y el estrecho de Miyako, al noreste, son zonas críticas en esta escalada, ya que funcionan como corredores estratégicos para el despliegue naval y aéreo de China hacia el Pacífico. Ambas vías marítimas, situadas entre Filipinas, Japón y Taiwán, son claves para los movimientos del ejército chino y forman parte de lo que se conoce como la “primera cadena de islas”, un bloqueo geoestratégico clave identificado por EE.UU. para limitar la expansión china.
La posición de Estados Unidos en el Indo – Pacífico
La situación geopolítica en el Indo-Pacífico refleja una competencia constante. China considera a Taiwán parte de su territorio y ha advertido en reiteradas ocasiones que no descartará el uso de la fuerza para lograr la “reunificación nacional”. Estados Unidos, por su parte, mantiene una postura ambigua, reconociendo a Pekín como único gobierno de China, pero sin avalar explícitamente las demandas chinas sobre la isla autogobernada.
En este escenario, el despliegue del Carl Vinson, con base en San Diego, California, y su refuerzo aéreo son señales claras de una política de disuasión por parte del Comando Indo-Pacífico de EE.UU. Según declaraciones oficiales, estas operaciones buscan garantizar la estabilidad regional, el libre tránsito marítimo y la seguridad de las rutas comerciales en una de las áreas más disputadas del mundo.
Este movimiento estadounidense ocurre además en un momento de creciente presión diplomática. Lai Ching-te, presidente taiwanés, realizó recientemente una gira por el Pacífico Sur, pasando por Hawái y Guam, lo que generó fuertes críticas de Pekín, que lo considera un líder separatista.
El USS Carl Vinson, uno de los 11 portaaviones nucleares en servicio de la Marina estadounidense, fue desplegado desde San Diego el pasado 18 de noviembre. Con este refuerzo de cazas, opera actualmente con dos escuadrones de F-35C.
El Ministerio de Defensa chino, en tanto, respondió recientemente que su fuerza armada “realizará ejercicios de acuerdo a las necesidades y la situación sobre el terreno”, reafirmando su voluntad de contrarrestar cualquier avance hacia la independencia de Taiwán.
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