La creciente capacidad de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) para operar en alta mar y más allá de sus fronteras inmediatas ha sido destacada en un reciente informe del Pentágono. Según el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, la marina china continúa consolidando su posición como la más grande del mundo en términos de número de buques, al tiempo que incrementa sus operaciones en el Océano Pacífico occidental y más allá.

El CNS Shandong, el segundo portaaviones chino en servicio, rompió el récord nacional de despliegues en un año, con ejercicios en alta mar realizados en abril, septiembre y noviembre en el Mar de Filipinas. Estas maniobras incluyeron operaciones cerca de Guam y entrenamientos en el Mar de China Meridional, zonas de importancia estratégica tanto para Estados Unidos como para China.

El primer portaaviones chino, el CNS Liaoning, pasó por mantenimiento durante gran parte del año pasado, pero el EPL ha intensificado su entrenamiento con el Shandong. Estas acciones subrayan la capacidad china para coordinar y operar portaaviones de manera más efectiva, según el informe.

Además, en octubre, la marina china completó su primera operación conjunta con dos portaaviones, demostrando avances significativos en el desarrollo de su “fuerza de portaaviones múltiples”. Este despliegue en el Mar de China Meridional coincidió con una serie de ejercicios militares que incrementaron la tensión en la región.

Más allá del entrenamiento: proyecciones y objetivos

Analistas navales han señalado que el objetivo de estos despliegues no es solo militar, sino también político. Según Collin Koh, del Instituto de Defensa y Estudios Estratégicos de Singapur, las misiones de la Armada china son “una demostración de la determinación de Beijing de salvaguardar sus intereses en el extranjero”.

Este tipo de actividades no solo fortalecen las capacidades operativas del personal del EPL, sino que también buscan posicionar a China como una potencia naval capaz de proyectar influencia más allá de la primera cadena de islas, compuesta por aliados de Estados Unidos como Japón, Taiwán y Filipinas.

Queda por ver si el EPL avanzará hacia la segunda cadena de islas, una barrera estratégica que incluye a Guam y representa un desafío directo a los intereses estadounidenses en la región. Entretanto, las maniobras navales chinas seguirán siendo objeto de análisis, ya que impactan tanto la dinámica de poder regional como los intereses estratégicos globales.

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Fuente: Miami Herald

Redacción
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