La compañía United Aicraft Corporation entregó a las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia un nuevo lote de cazas furtivos Su-57 de quinta generación, así como una tanda de cazabombarderos Su-34. La incorporación de estos aviones de combate se da pese a las sanciones que sigue imponiendo occidente a Moscú, con la intención de evitar que componentes críticos sean utilizados por la industria de la defensa rusa.
Conforme a lo informado por la United Aircraft Coporation (UAC), las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia (VKS) han recibido al menos tres lotes de cazas furtivos Su-57 a lo largo del 2024. Sin embargo, ni desde la compañía ni desde Moscú se informó la cantidad precisa de ejemplares. Analistas coinciden que los lotes seguramente sean de 3 a 4 ejemplares, lo que significaría que en el transcurso del corriente año, las Fuerzas rusas incorporaron al menos unos 12 Su-57.
El fabricante también adelantó que la próxima entrega de Su-57 podría darse en enero del 2025, nueva tanda que estaría acompañada por cazas Su-35S. La incorporación de estos últimos estaba prevista para el cierre del 2024, sin embargo la misma se vio demorada.
Vadim Badekha, CEO de United Aircraft Corporation, señaló que “…El sistema aeronáutico Su-57 de quinta generación y el cazabombardero de primera línea Su-34 son los mejores aviones de su clase. Hoy resuelven las tareas más importantes y demuestran su efectividad, ventajas y excelentes cualidades de maniobrabilidad y combate…”.
Los aviones han pasado las pruebas necesarias y están totalmente preparados para realizar las tareas. El caza Su-57 es fabricado por la planta de aviación Komsomolsky-on-Amur, mientras que los Su-34 se completan en la planta de aviación de Novosibirsk que lleva el nombre de V.P.
Sanciones de occidente
Desde el inicio de la nueva invasión de Rusia a Ucrania, occidente ha tratado de limitar las capacidades de la industria de defensa rusa con diversas sanciones orientadas a que componentes críticos dejaran de ser provistos. Pese a que reportes iniciales indicaron que estas medidas habrían tenido un impacto inicial, Moscú parece haber logrado superar este desafío, recurriendo a producción propia o utilizando diversos canales vía terceros para continuar adquiriendo material occidental.
La falla de las sanciones se ha logrado corroborar con restos de material ruso, ya sea aeronaves, misiles o drones. Investigadores y analistas continúan descubriendo que muchos de los sistemas ofensivos rusos utilizados contra Ucrania, aún dependen de varios componentes críticos que son adquiridos a compañías occidentales.
En muchos casos se trata de material de acceso comercial, por lo que Rusia se las ha ingeniado para adquirirlo a través de terceros países o utilizando complejas redes para evitar que la maniobra pueda ser truncada. Similar estrategia adoptó Irán, adquiriendo miles de componentes de origen occidental pese a las sanciones impuestas.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: MinDef Rusia
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