El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el nombramiento de Mauricio Claver-Carone como Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, marcando un nuevo paso en su estrategia de política exterior para la región. La decisión refuerza el enfoque de securitización que ha caracterizado las recientes designaciones en el equipo de Trump.

Claver-Carone, exdirector para Asuntos del Hemisferio Occidental en la Casa Blanca y presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre 2020 y 2022, es reconocido por su postura firme hacia los regímenes de Cuba y Venezuela. Su trayectoria incluye roles clave en el Departamento del Tesoro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Consejo de Seguridad Nacional.

El presidente electo describió a Claver-Carone como un líder con amplio conocimiento de América Latina y comprometido con los intereses de Estados Unidos. “En los últimos cuatro años, el caos y la anarquía se han apoderado de nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio”, declaró Trump.

Claver-Carone también ha manifestado su preocupación por la creciente influencia de China en la región. En noviembre pasado, propuso aplicar un arancel del 60% a productos provenientes de puertos controlados por China, como el de Chancay en Perú, para contrarrestar lo que considera una amenaza estratégica para Estados Unidos.

Un equipo con enfoque regional

El nombramiento de Claver-Carone se suma al de Marco Rubio como secretario de Estado, otro actor clave en la política exterior de la próxima administración. Rubio, conocido por su postura conservadora y línea dura en temas internacionales, liderará iniciativas en América Latina con énfasis en la lucha contra el narcotráfico, la migración y la influencia de actores extracontinentales como China.

Trump ha señalado que su administración buscará reforzar el control fronterizo y redirigir los esfuerzos hacia una política más intervencionista en el hemisferio. Claver-Carone, como enviado especial, será una pieza central para coordinar estas acciones y abordar los desafíos que enfrenta la región.

Con este equipo, la administración entrante parece estar preparando una agenda que prioriza los intereses estratégicos de Estados Unidos en América Latina, con una visión que podría marcar un giro respecto a las políticas de administraciones previas.

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Fuente: Infobae

Redacción
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