El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), aprobado recientemente, promete transformar el panorama económico argentino en 2025, atrayendo miles de millones de dólares a sectores estratégicos como la minería y la energía. Este marco ofrece estabilidad fiscal, aduanera y cambiaria por 30 años, consolidándose como un incentivo clave para proyectos a largo plazo en el país.
Según datos del Banco Central, durante el primer semestre de 2024 ingresaron al país más de 8.900 millones de dólares en Inversiones Extranjeras Directas (IED). Estos flujos, combinados con la reactivación de sectores clave, como el petróleo y el gas, están configurando un escenario optimista para el próximo año. En este contexto, Vaca Muerta emerge como uno de los ejes centrales de esta dinámica.
En minería, las expectativas son altas pese a la volatilidad del mercado del litio. Las reservas de este mineral, así como las de cobre y oro, continúan atrayendo inversores interesados en proyectos a gran escala. Expertos de PwC y KPMG coinciden en que la estabilidad regulatoria ofrecida por el RIGI resulta especialmente atractiva para el sector minero, que lidera las inscripciones en este régimen con varios proyectos ya en marcha.
Un escenario desafiante, pero prometedor
Además de la minería y la energía, la economía del conocimiento y la inteligencia artificial se posicionan como áreas estratégicas para Argentina. En 2023, las exportaciones del sector tecnológico alcanzaron los 8.104 millones de dólares, consolidando al país como un jugador clave en la región. Con un capital humano destacado y empresas como MercadoLibre y Globant, Argentina se prepara para profundizar su inserción en la economía digital.
Analistas señalan que la combinación de talento local, incentivos gubernamentales y un entorno global favorable podría posicionar al país como líder en innovación tecnológica.
Aunque los avances son significativos, los desafíos no son menores. La necesidad de recursos humanos calificados y la competencia global representan retos para sostener el crecimiento en sectores estratégicos. Sin embargo, el atractivo de Argentina como destino de inversión, respaldado por el RIGI y un enfoque diversificado, promete consolidar al país como un actor relevante en minería, energía y tecnología en los próximos años.
Con un 2025 que se vislumbra lleno de oportunidades, Argentina se enfrenta al desafío de capitalizar su potencial para sentar las bases de un desarrollo sostenible y competitivo a nivel global.
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Fuente: Bloomberg Línea