El panorama geopolítico y económico global para 2025 promete ser tan complejo como decisivo. Con eventos recientes marcando hitos en la dinámica internacional, como la reincorporación de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria, y la creciente rivalidad tecnológica y militar entre China y Occidente, el mundo se prepara para un año cargado de desafíos y transformaciones.
Cambios en Oriente Medio: entre la reconstrucción y el conflicto
La caída de Assad en Siria abre un nuevo capítulo en la región. Las preguntas clave giran en torno a si el país logrará consolidarse bajo una nueva gobernanza o continuará como un Estado fallido dominado por islamistas. Esta situación afectará directamente a países vecinos como Turquía, Israel y Líbano, mientras redefine la estrategia de actores globales con intereses en la zona.
En Irán, la posibilidad de avanzar hacia capacidades nucleares reales se enfrenta a la presión internacional. Aunque Teherán podría buscar una negociación para aliviar sanciones, su debilitamiento estratégico —marcado por la pérdida de aliados clave como Siria, Hamás y Hezbolá— podría incentivarlo a consolidar una posición más agresiva. En este contexto, Israel podría decidir actuar preventivamente contra las instalaciones nucleares iraníes, avivando las tensiones regionales.
Ucrania y Rusia: un conflicto sin resolución clara
En Europa del Este, el conflicto en Ucrania continúa sin un final visible. La promesa de Trump de terminar la guerra parece inalcanzable frente a las posturas irreconciliables de Kiev y Moscú. Rusia enfrenta crecientes problemas internos, con una economía que muestra signos de desaceleración, mientras Ucrania intensifica sus operaciones militares, marcadas por recientes ataques dentro del territorio ruso.
China, por su parte, juega un rol crucial como aliado estratégico de Rusia. Si bien su apoyo militar y tecnológico sigue siendo significativo, 2025 podría exponer tensiones dentro de esta relación, especialmente a medida que ambos países lidian con las limitaciones de su alineación en un contexto internacional cada vez más polarizado.
Asia-Pacífico: la mirada en Taiwán
El Estrecho de Taiwán será otro punto crítico. China incrementa la presión con maniobras militares sin precedentes, buscando demostrar su capacidad para bloquear la isla. La postura de Trump frente a Taiwán, más enfocada en políticas económicas que en defensa militar, podría redefinir el equilibrio de poder en la región.
África: conflictos prolongados y desafíos humanitarios
En Sudán, la guerra civil que comenzó en 2023 se intensifica, con potencias extranjeras como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita involucrándose en el conflicto. Otros focos de inestabilidad incluyen la insurgencia islamista en Nigeria y las tensiones entre la República Democrática del Congo y Ruanda.
En el ámbito político, las elecciones previstas en países como Costa de Marfil y Camerún podrían desencadenar nuevos episodios de inestabilidad, mientras Sudáfrica asume la presidencia del G-20, buscando un papel más influyente en la política global.
América Latina: migración y desafíos económicos
La región enfrenta un nuevo éxodo desde Venezuela, mientras el régimen de Nicolás Maduro desafía los resultados de las elecciones de 2024. Con veinte millones de desplazados, la presión sobre los sistemas sociales y económicos de los países receptores crece significativamente.
En paralelo, las economías latinoamericanas buscan sortear las implicaciones de las políticas proteccionistas de Trump, que podrían afectar tanto las exportaciones como la atracción de inversión extranjera.
Economía global: tensiones y oportunidades
Las dinámicas económicas en 2025 estarán marcadas por el impacto de los aranceles entre Estados Unidos y China, los debates sobre la regulación de la inteligencia artificial y los desafíos fiscales en Washington. Sin embargo, sectores como la tecnología de punta, liderados por la IA, ofrecen perspectivas optimistas para las economías desarrolladas, con Estados Unidos consolidando su ventaja competitiva en este ámbito.
Expectativas y sorpresas
Si algo ha quedado claro en la política internacional es que las predicciones siempre están sujetas a lo inesperado. A medida que las tensiones crecen en distintos puntos del globo, el año 2025 promete ser un periodo de redefiniciones estratégicas y sorpresas que influirán en el futuro del orden mundial.
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Fuente: Council on Foreign Relations (CFR).