Los inversores estadounidenses en fondos de capital de riesgo chinos están enfrentando nuevas restricciones del gobierno de Biden para invertir en tecnología china. Ante esto, muchas entidades financieras de Estados Unidos están apresurándose a cumplir con las nuevas regulaciones que les impiden financiar empresas dedicadas al desarrollo de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas utilizadas por el Ejército Popular de Liberación.

Las nuevas restricciones del gobierno de Biden

Las nuevas medidas de la administración Biden, que entran en vigor el jueves, establecen sanciones civiles y penales para las entidades estadounidenses que inviertan en empresas chinas involucradas en semiconductores, computación cuántica o sistemas de inteligencia artificial que puedan ser empleados por el ejército chino.

Las reglas imponen una exigente carga de diligencia debida sobre los inversores estadounidenses. Las instituciones con capital invertido en fondos chinos deben obtener una “garantía contractual vinculante” de que su dinero no se destinará a la adquisición de empresas que infrinjan estas regulaciones.

En las últimas semanas, algunos grandes inversores han obtenido tales garantías de los gestores de fondos chinos, aunque las solicitudes de otros han sido rechazadas, según asesores que ayudan a fondos de pensiones y donaciones a planificar su cumplimiento.

Inversores estadounidenses se retiran de China ante crecientes tensiones

Muchos inversores han respondido reduciendo o suspendiendo nuevos proyectos de inversión en China en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Pekín. Ante esto, Las firmas de capital riesgo de Silicon Valley, Sequoia Capital y GGV Capital, se separarán de sus entidades chinas en 2025.

Estas reglas entran en vigor en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, que podrían intensificarse con el regreso al poder del presidente electo Donald Trump, quien ha prometido aumentar los aranceles a las importaciones chinas, subrayando los riesgos para los grupos estadounidenses que invierten en la segunda economía más grande del mundo.

Estas medidas también siguen a un consenso bipartidista creciente en Washington sobre la necesidad de que Estados Unidos haga más para evitar que China avance en tecnologías clave, especialmente en aquellas de naturaleza militarmente sensible.

China utiliza el capital invertido en avances militares

Un informe del comité de China de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, publicado en febrero, indicó que las empresas de capital riesgo estadounidenses habían invertido más de 3.000 millones de dólares en empresas tecnológicas que contribuyen directamente al avance militar de China.

Los inversores que obtengan garantías deberán realizar una diligencia adecuada para asegurarse de que sus fondos en China cumplan con las nuevas reglas. Esto es particularmente preocupante debido a que las leyes del país permiten que el gobierno y los individuos tomen contramedidas contra las sanciones extranjeras “discriminatorias”.

“El problema es que los inversores estadounidenses están firmando contratos vinculantes con algunas entidades que, de otro modo, podrían estar obligadas a violarlos”, comentó Phil Ludvigson, socio del bufete de abogados King & Spalding, que asesora sobre riesgos de seguridad nacional relacionados con la inversión extranjera. “Esto pone a todos en una situación difícil”.

Las históricas inversiones estadounidenses en tecnología china

Las nuevas regulaciones también podrían reducir la inversión en sectores no prohibidos en China, debido al uso generalizado de la inteligencia artificial. China experimentó su menor inversión extranjera directa anual desde la década de 1990 en 2023, mientras que el capital extranjero en la industria de capital de riesgo en China cayó un 60 por ciento ese mismo año, alcanzando los 3.700 millones de dólares, según Dealogic.

A lo largo de la última década, los capitalistas de riesgo de Silicon Valley, las oficinas familiares ricas y los fondos públicos de pensiones y donaciones de todo Estados Unidos (conocidos como “socios limitados”) invirtieron miles de millones de dólares en el sector tecnológico de China.

HongShan, la antigua empresa china de Sequoia Capital, recaudó casi 9.000 millones de dólares en 2022, de los cuales aproximadamente la mitad provino de LP estadounidenses. Hillhouse, que comenzó en 2005 con una inversión de 20 millones de dólares del fondo de donaciones de la Universidad de Yale, se ha convertido en una potencia inversora en tecnología de 65.000 millones de dólares.

Otros grandes inversores estadounidenses en China incluyen el Fondo de Jubilación de Empleados Públicos de California, de 460.000 millones de dólares, y el Fondo de Jubilación Común del Estado de Nueva York, de 260.000 millones de dólares, ambos con entre el 1% y el 3% de sus carteras invertidas en el país.

Los 72 mayores fondos de pensiones públicos de Estados Unidos invirtieron 68.000 millones de dólares en China entre 2020 y 2023, según un informe del grupo de expertos Future Union.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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