En un movimiento que refleja un cambio significativo en su política de defensa, Japón se encuentra desarrollando una estrategia integral para fortalecer su industria de defensa y posicionarse como un actor relevante en el mercado internacional de exportación de equipos militares en vistas al nuevo gobierno de Estados Unidos con Donad Trump. El plan, que será implementado para 2025, no solo tiene como objetivo impulsar la competitividad internacional de sus empresas, sino también fomentar la colaboración con el sector privado para potenciar su capacidad de innovación tecnológica.
En ese sentido, la iniciativa, encabezada por los ministerios de Defensa y Comercio, busca establecer metas a medio y largo plazo que transformen las capacidades de exportación de Japón. Este enfoque colaborativo entre organismos gubernamentales y actores clave del sector privado se enmarca en la necesidad de diversificar los mercados de destino para los productos de defensa japoneses, cuya demanda ha dependido casi exclusivamente de las Fuerzas de Autodefensa.
Proyectos clave: de cazas de combate a fragatas de alta tecnología
Uno de los pilares de esta estrategia es el desarrollo conjunto de un caza de nueva generación en colaboración con Gran Bretaña e Italia, un proyecto que simboliza la apertura de Japón hacia acuerdos internacionales en materia de defensa. Este avance fue posible gracias a la revisión en marzo de 2023 de las directrices que regulan la transferencia de equipos y tecnología militar, permitiendo ahora la exportación de este tipo de aeronaves a terceros países.
Por otro lado, Japón también compite con Alemania por un contrato estratégico para el desarrollo de fragatas destinadas a la Armada Australiana. Para reforzar su propuesta, el gobierno japonés creó un comité público-privado enfocado en promover los destructores de la clase Mogami, reconocidos por su diseño modular y capacidades avanzadas de combate. Hasta al momento, las propuestas del astillero alemán TKMS y del japonés MHI han quedado para competir en la fase final del programa.
Un paso hacia la diversificación y la autonomía estratégica
El fortalecimiento de la industria de defensa japonesa es, en última instancia, un paso hacia una mayor autonomía estratégica en un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas crecientes, especialmente en la región del Indo-Pacífico. Si bien el camino hacia la consolidación de Japón como exportador de equipos de defensa presenta desafíos significativos, esta estrategia podría redefinir el papel de Tokio en el mercado global y fortalecer su capacidad para influir en el equilibrio de poder regional
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