La Armada de China informó esta semana que “ahuyentó” a un buque de guerra extranjero que intentaba acercarse al portaaviones Shandong durante una misión de entrenamiento. Según medios estatales chinos, el destructor Tipo 055 CNS Yan’an respondió al intento de “reconocimiento ilegal” mediante maniobras rápidas, obligando al intruso a retirarse a una distancia segura de más de 10 millas náuticas.
El enfrentamiento, cuya ubicación y fecha no han sido reveladas, ocurrió mientras el portaaviones Shandong lideraba una formación de entrenamiento de larga distancia. Este es uno de los dos portaaviones actualmente operativos en la flota china, con base en la isla de Hainan, un enclave estratégico en el disputado Mar de China Meridional.
El informe del Pentágono sobre el poder militar chino destaca que la República Popular China frecuentemente desafía las actividades militares extranjeras en sus mares territoriales y su Zona Económica Exclusiva, a menudo en desacuerdo con el derecho internacional establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS).
La dinámica regional y el avance de Pekín
El enfrentamiento resalta la creciente tensión en las aguas asiáticas, especialmente en zonas disputadas como el Mar de China Meridional, donde Pekín busca consolidar su influencia. Recientemente, el portaaviones Shandong demostró su capacidad para operar de manera continua en condiciones meteorológicas adversas y participó en ejercicios coordinados con el Liaoning, en un indicio de su creciente preparación para operaciones complejas.
Estos movimientos coinciden con el impulso estratégico chino hacia una mayor presencia marítima, mientras otras potencias, como Estados Unidos, refuerzan su vigilancia en la región. Pekín ha mostrado una postura firme en la defensa de lo que considera su soberanía marítima, incluyendo la intercepción de buques extranjeros cerca de sus portaaviones, como ocurrió anteriormente con un destructor estadounidense en 2021.
Este incidente, junto con el despliegue creciente de activos navales, refleja no solo el fortalecimiento de la Armada china, sino también el creciente rol de Pekín como actor clave en la seguridad y la geopolítica marítima global.
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Fuente: Miami Herald