El índice de riesgo país de Argentina experimentó este martes una caída histórica, situándose en 444 puntos, su nivel más bajo desde mayo de 2018. Este descenso, que representa una disminución de 125 puntos en un solo día, refleja el creciente optimismo de los inversores hacia los activos del país. Sin embargo, expertos advierten que este escenario podría revertirse en el corto plazo debido a factores técnicos y económicos.
El índice de referencia de J.P. Morgan, que mide la diferencia de rendimiento entre los bonos argentinos y la deuda estadounidense, se redujo significativamente en vísperas de pagos clave de bonos.
Analistas como Nicolás Merino, del grupo ABC Mercados de Cambio, atribuyen esta mejora a varios factores:
- 1. Superávit comercial consecutivo: Argentina alcanzó en noviembre su duodécimo mes de superávit comercial, lo que genera confianza en la capacidad del país para cumplir con sus compromisos internacionales.
- 2. Recuperación de reservas extranjeras: Las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei, incluido un préstamo de recompra de 1.000 millones de dólares con cinco bancos extranjeros, han reforzado las reservas internacionales.
- 3. Expectativas de renegociación de deuda: La posibilidad de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) añade un elemento de estabilidad.
No obstante, Felipe Núñez, economista del Tesoro de Argentina, destacó que la caída abrupta podría estar influenciada por un error técnico en el cálculo del índice, relacionado con el próximo pago de cupones y amortización de bonos. Se espera que el índice se ajuste al alza en los próximos días.
El contexto económico bajo Milei
Desde su asunción en diciembre de 2023, el presidente Javier Milei ha implementado un programa económico ortodoxo basado en medidas de austeridad y reducción de costos. Su objetivo principal ha sido estabilizar las finanzas públicas, controlar la inflación y reducir los desequilibrios fiscales.
Estas políticas han mejorado la percepción de Argentina en los mercados internacionales, pero las dificultades estructurales persisten. La economía argentina sigue enfrentando desafíos como una elevada deuda externa, una dependencia de commodities y las presiones internacionales en sectores clave, como el agrícola, donde la competencia con países como Rusia y Estados Unidos es cada vez más intensa.
Mientras tanto, el optimismo observado en los mercados brinda un respiro al gobierno y genera expectativas positivas en torno a la capacidad de Argentina para sostener este impulso y retomar un camino de crecimiento económico sostenido.
Te puede interesar: Exportaciones récord de trigo ruso amenaza la economía argentina
Fuente: Reuters