En un contexto de altas tensiones y control institucional en las calles, el próximo 10 de enero se postula como una fecha clave para Venezuela: posiblemente Nicolás Maduro logre juramentarse como presidente del país. El viernes, entonces, puede convertirse en el día de inauguración presidencial o bien un momento bisagra en la historia reciente del Estado venezolano, considerando la figura del opositor Edmundo González Urrutia.

Créditos: Diario Democracia

La incertidumbre actual se enmarca en las elecciones nacionales que se llevaron a cabo en julio del 2024, donde la victoria se arrojó tanto a Nicolás Maduro como a González Urrutia. Y si bien Maduro se mantiene en el poder y aspira a un nuevo período gubernamental, su opositor fue declarado ganador de los comicios y presidente de Venezuela por múltiples actores internacionales, pero también por gran parte de la población. Esta dicotomía ha llevado a que el país sudamericano sea observado a nivel mundial y que el nombre del titular del poder Ejecutivo esté aún en tela de juicio. 

¿Existen posibles escenarios para Venezuela?

Si bien es sumamente difícil saber con anticipación lo que sucederá el próximo viernes, la creación de escenarios es crucial para comprender el posible futuro de Venezuela, o bien los cursos de acción que aún pueden suceder. Por ejemplo, el escenario más probable para muchos es que Maduro efectivamente jure ante el parlamento y gobierne el país por tercer mandato consecutivo. Este “hecho garantizado” para algunos politólogos puede implicar también la prohibición del ingreso al país de González Urrutia, debido al poder “por la fuerza” que tiene Maduro en el congreso. 

Otro escenario puede recaer en el fortalecimiento del opositor González Urrutia, llegando al país luego del exilio y juramentándose como presidente de Venezuela, aunque para ello el parlamento -de mayoría chavista- debería aceptar la derrota también en el resto de las instituciones. Que la oposición tome el poder en este plazo tan corto es un ideal para gran parte de Occidente y de América Latina, aunque una posibilidad muy lejana para múltiples politólogos y venezolanos. 

En otro extremo, González Urrutia podría ser encarcelado por el régimen de Venezuela (una advertencia realizada con anticipación por el ministro de Interior, Diosdado Cabello). Los funcionarios de Maduro han dejado en claro que si el opositor regresa a Venezuela será encarcelado. Así también puede llegar a gobernar el país desde el exterior, considerando que González Urrutia ha declarado en otras ocasiones que volvería al país. La opción de jurar como presidente desde el extranjero también es posible, aunque correría el riesgo de fracasar como lo sucedido con Juan Guaidó entre 2019 y 2022. 

De una forma u otra, el futuro de Venezuela puede leerse si se tiene en cuenta que Nicolás Maduro cuenta con el control institucional y la fuerza, mientras que Edmundo González Urrutia posee un significativo respaldo social y apoyo internacional. Y si bien es imposible predecir con certeza lo que sucederá antes del 10 de enero, lo que sí es claro es que los comicios de julio intensificaron la presión internacional sobre el régimen de Maduro. Por esta razón, no solo la región sino que también el mundo estará atento a los acontecimientos que puedan librarse en Venezuela, principalmente porque el desenlace de esta situación puede marcar un punto de inflexión en la historia reciente del país.

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Redacción
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