La guerra en Ucrania continúa con intensos combates en múltiples frentes. En las últimas horas, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski confirmó el lanzamiento de una nueva ofensiva en la región rusa de Kursk, mientras las autoridades rusas afirman haber capturado Kurajovo, una localidad clave en Donetsk. Estos desarrollos marcan un recrudecimiento en el conflicto, con implicaciones estratégicas significativas para ambas partes.
Ucrania intensifica operaciones en Kursk
Zelenski aseguró que las fuerzas ucranianas han logrado mantener una “zona de contención” dentro de Kursk, donde combaten desde agosto. Según el mandatario, estas operaciones han causado más de 38.000 bajas rusas, incluyendo 15.000 soldados muertos. Además, afirmó que la estrategia busca debilitar el potencial militar ruso y evitar el despliegue de tropas adicionales hacia regiones como Donetsk, Sumy y Járkov.
El avance de Ucrania en Kursk ha incluido ataques en localidades como Berdin y Bolshoye Soldatskoye, según informes de blogueros militares rusos. Estas acciones, junto con el uso de tanques, vehículos blindados y equipos de desminado, han resultado en enfrentamientos de alta intensidad. Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia declaró haber repelido los asaltos, continuando con su operación para “destruir las formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.
Rusia reclama victorias en Donetsk y Járkov
Por otro lado, Moscú anunció la captura de Kurajovo, una ciudad estratégica en la región de Donetsk. Este avance podría permitir a las fuerzas rusas redirigir sus operaciones hacia Pokrovsk, un importante centro logístico en la zona. Según analistas, tomar Kurajovo otorga a Rusia una ventaja táctica al ofrecer nuevas rutas para movilizar tropas y suministros en el frente oriental.
A pesar de las afirmaciones rusas, Ucrania no ha confirmado la pérdida de Kurajovo. Informes locales sugieren que los combates en la ciudad continúan, con las tropas ucranianas enfrentándose a bombardeos constantes por parte de lanzacohetes múltiples y bombas guiadas.
Un contexto internacional y político complejo
El conflicto adquiere mayor relevancia con la proximidad de la asunción del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha prometido poner fin a la guerra en 24 horas. Trump insinuó que podría presionar a Ucrania para aceptar concesiones territoriales, lo que añade incertidumbre a las negociaciones futuras. Zelenski y su equipo han intensificado esfuerzos diplomáticos para reforzar las relaciones con la administración entrante, buscando apoyo continuo y acelerando la entrega de armamento.
En este contexto, Ucrania mantiene que sus operaciones en Kursk no buscan anexar territorio ruso, sino debilitar al enemigo y recuperar las zonas ocupadas en su país. “Esta será una de las posiciones clave en futuras negociaciones”, afirmó Yehor Cherniev, miembro del parlamento ucraniano.
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