La Fuerza Aérea de Ucrania afirma que uno de sus cazas F-16 Fighting Falcon logró destruir seis misiles crucero durante un ataque ruso. Los derribos se registraron el pasado 13 de diciembre, ocasión en la cual el avión de combate ucraniano derribó en una sola salida a los proyectiles lanzados por las fuerzas rusas.

Foto: Fuerza Aérea de Ucrania

Los derribos logrados por el piloto a los mandos de un caza F-16 se dieron durante un ataque masivo con drones y misiles por parte de Rusia. Los cazas, que integran el sistema de defensa aéreo ucraniano desde hace algunos meses, fueron puestos en alerta ante el raid ruso que incluyó el lanzamiento de al menos 94 misiles y más de 200 drones.

Pese a que los derribos no han podido ser confirmados por fuentes independientes, la Fuerza Aérea de Ucrania detalló como fue el relato del piloto de F-16. “…El aviador dijo que se acercó a un grupo de misiles de crucero y, a pesar de las contramedidas de guerra electrónica, logró fijar los objetivos. El F-16 supuestamente derribó un par de proyectiles rusos con misiles de alcance medio y luego otro par con misiles de corto alcance…”, informó el portal Kyiv Independent, citando fuentes de la Fuerza Aérea.

Los misiles lanzados por el F-16 Fighting Falcon ucraniano fueron AIM-120 AMRAAM de alcance medio y guía por radar, así como los AIM-9 Sidewinder de corto alcance y guía infrarroja. El reporte de la Fuerza Aérea de Ucrania menciona contramedidas electrónicas en los proyectiles rusos, capacidad que fueron incorporando en los últimos años a los fines de interferir y burlar las defensas antiaéreas ucranianas. También hay registros de misiles crucero rusos utilizando contramedidas para hacer frente a sistemas de guía infrarroja, como pueden ser los Sidewinder o misiles portátiles lanzados desde tierra (Stinger, Piorun, Strela, etc).

Restos de un misil crucero Kh-101 ruso derribado en Ucrania. Las defensas ucranianas han logrado varios éxitos sobre estos proyectiles. Foto: Fuerza Aérea Ucraniana

Habiendo agotado sus misiles y con poco combustible, el piloto de F-16 ucraniano debía abandonar la zona y regresar a su base. Sin embargo, la presencia de más misiles crucero rusos que volaban a 650km/h lo llevó a intentar un nuevo derribo, esta vez con el cañón M61A1 Vulcan de 20mm, “…una maniobra difícil y arriesgada…” según informó la Fuerza Aérea.

“Unas cuantas ráfagas del cañón… y una explosión… ¡y luego otra! ‘Una detonación secundaria’, pensé, pero resultó que había dos misiles”, dijo el piloto de F-16, añadiendo que hizo todo como le habían enseñado los instructores estadounidenses. Conforme a lo detallado por el Comando de la Fuerza Aérea, los pilotos ucranianos se adiestraron en el derribo de misiles crucero durante su entrenamiento en simuladores en EE.UU., pero nunca antes lo habían intentado en combate real.

Pese a que el derribo de misiles crucero no es una maniobra imposible, si resulta altamente complejo para los pilotos, particularmente en condiciones adversas cuando se intenta utilizar el cañón. Una situación muy parecida debieron enfrentar las tripulaciones de aviones de combate de la Fuerza Aérea de EE.UU. durante uno de los ataques masivos de Irán a Israel.

Detalle de uno de los F-16 ucranianos: misil AMRAAM (izq) y Sidewinder (der). Foto: Fuerza Aérea Ucraniana

Entre el 13 y 14 de abril del 2024, cazabombarderos F-15E Strike Eagle de la Fuerza Aérea de EE.UU. oficiaron como una de las tantas capas defensivas de Israel durante uno de los ataques más importantes realizados por Irán, ofensiva en la cual se lanzaron decenas de misiles crucero y balísticos, así como cientos de drones. Los F-15E estadounidenses fueron responsables de derribar unos 70 blancos aéreos, intentando incluso utilizar sus cañones una vez agotadas sus cargas de misiles. Esta última maniobra fue descrita por uno de los pilotos a CNN, detallando que “…Sientes que el terreno se acelera, que te acercas cada vez más al suelo. El riesgo era demasiado alto para intentarlo de nuevo (tiro con cañón)…”. Vale destacar que estas operaciones se realizaron en horas nocturnas, añadiendo un factor de complejidad.

Pese a la limitada cantidad de F-16 disponibles, Kyiv ha resaltado en contadas ocasiones la importancia de haber incorporado los cazas transferidos por países aliados. Los Fighting Falcon no solo representan un refuerzo para la desgastada pero no vencida flota de la Fuerza Aérea Ucraniana, sino que también permitieron incorporar nuevas capacidades aire-aire. Se espera que con el paso de los meses, a la expansión de la flota de F-16 se le pueda sumar nuevo armamento, en particular del tipo aire-superficie de largo alcance. Esto último dependerá de la decisión de Washington, la cual se espera que no sea del todo favorable una vez que Donald Trump asuma la presidencia.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Fuerza Aérea Ucraniana

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Redacción
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