El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha revisado sus promesas iniciales sobre el conflicto en Ucrania, aplazando el plazo para alcanzar la paz de 24 horas a un horizonte de hasta seis meses. Este cambio, interpretado como una señal de apoyo continuo a Kiev, ha generado expectativas y análisis en los círculos políticos y militares europeos.
Reajuste de promesas y estrategia inicial
Durante su campaña, Trump aseguró que resolvería el conflicto en Ucrania en un día tras asumir el cargo, algo que ahora ha modificado, aludiendo a la necesidad de un enfoque más realista. Según declaraciones de su enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, el objetivo es alcanzar una solución sostenible en 100 días, con un máximo de seis meses como marco extendido.
“Debemos garantizar que cualquier solución sea sólida y evite repetir errores del pasado”, explicó Kellogg a Fox News, aludiendo a la retirada caótica de Afganistán en 2021. Este aspecto resalta la intención del equipo de Trump de evitar percepciones de debilidad que puedan comprometer su posición global.
La importancia del apoyo militar
Funcionarios europeos han expresado la necesidad de mantener la ayuda militar a Ucrania como una herramienta clave para fortalecer su posición en las futuras negociaciones de paz. Según fuentes consultadas por el Financial Times, Washington seguirá respaldando a Kiev incluso tras el cambio de liderazgo presidencial. Líderes como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, han reafirmado su confianza en que Estados Unidos no abandonará a Ucrania, señalando que Trump podría combinar diplomacia con disuasión de manera efectiva.
Perspectivas internacionales y desafíos
Desde Europa, Emmanuel Macron propuso el despliegue de tropas europeas en Ucrania para prevenir futuros ataques de Rusia, aunque la iniciativa enfrenta divisiones internas dentro del bloque. Por su parte, el Kremlin ha mostrado disposición a dialogar con Trump, condicionado a establecer acuerdos que limiten la expansión de la OTAN y garanticen que Ucrania no se incorpore a la alianza.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, subrayó la importancia de evitar una derrota ucraniana que podría fortalecer a actores como Rusia, China, Irán y Corea del Norte. “La paz debe ser alcanzada a través de la fuerza, no de concesiones que comprometan la seguridad a largo plazo”, advirtió.
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